Alfonso Bullón de Mendoza está sorprendido de que “para tomar unas cañas o para votar tengas que tener una edad, y para abortar no”. Es la reacción del presidente de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y presidente de la Fundación Universitaria San Pablo CEU a la intención de la ministra de Igualdad, Irene Montero, de que las menores puedan abortar sin el permiso de los pobres. “Se trata de un tema muy complejo, por eso me llama la atención la propuesta”, comenta Bullón de Mendoza, que considera necesario abordar con otro enfoque “cuestiones que son realmente importantes”.
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Así se manifestó esta mañana durante la presentación del 22 Congreso Católicos y Vida Pública que este año llevará por título: ‘¡El momento de defender la vida!’. La pandemia del coronavirus ha obligado a celebrar el congreso en formato online los días 13, 14 y 15 de noviembre a través de su web: www.congreso.ceu.es.
Entre los pilares del foro se encuentran las conferencias plenarias, mesas redondas y talleres, en los que se abordarán desde las políticas europeas sobre la familia a los cuidados paliativos o la eutanasia. Entre los nombres más destacados que tomarán la palabra en el foro, se encuentran el presidente del Colegio de Médicos de Madrid, Manuel Martínez-Sellés, que abrirá el congreso poniendo el foco en la eutanasia. La conferencia de clausura correrá a cargo de Cristina Duque de Seras, religiosa de la congregración Sisters of Life que, desde Nueva York, relatará en primera persona su trabajo a favor de las madres embarazadas y de los niños salvados del aborto.
La eutanasia “no es progresista”
“Cuando planteamos el tema del congreso, nunca imaginamos que el Gobierno iba a plantear una ley de eutanasia”, explicó el presidente de la ACdP y del CEU, que detalló que “no se puede decir que un sí a la eutanasia sea progresista”. Como ejemplo, recordó que hace unos días conversó con el ex ministro socialista José Luis Corcuera y respaldó esta misma tesis. “Resulta contradictorio que a veces la izquierda se presente como defensora de los más débiles y no aborde estas cuestiones”, apostilló Bullón de Mendoza. En cualquier caso, expresó que bajo ningún concepto a los enfermos y ancianos se les puede presentar como “una carga”.
Más allá de la celebración del congreso, compartió que “estamos valorando las movilizaciones ciudadanas, pero es muy complicado teniendo en cuenta que estamos en un estado de alarma”.
Por su parte, el director del Congreso, Rafael Sánchez Saus, valora cómo el formato virtual puede ayudar “para incrementar la participación y una mayor trascendencia fuera de nuestra fronteras”. En esta misma línea, destacó el auge de los talleres que, no solo complementan las ponencias, sino que “se están convirtiendo en el alma – Prueba de ello es que, a fecha de hoy, ya cuentan con 400 inscritos en los ocho talleres. “Queremos abrir el congreso a cuestiones que están en el candelero y los problemas a los que se enfrentan”, expresó Sánchez Saus, que considera necesario compartir con la sociedad “el sentido cristiano de la vida”.
“Los católicos no podemos callar a estas cuestiones”, añadió, a la vez que expresó cómo a la hora de dar un paso al frente “uno no se tiene que preocupar de la etiqueta que te pongan”. “Lo que está claro es que hay un rechazo a estos temas por una parte importante de la clase política y de los medios de comunicación”, apostilló.
