El papa Francisco envía mensaje por la celebración de los 500 años de la primera Misa en Chile

Adelantando la celebración que corresponde en 3 días más, este domingo la Iglesia diocesana de Punta Arenas, en la región de Magallanes, ha participado a través de la tecnología en la eucaristía presidida por el obispo Bernardo Bastres Florence, para conmemorar los 500 años de la primera misa celebrada en Chile, el 11 de noviembre de 1520, presidida por fray Pedro de Valderrama y con la participación de los tripulantes de la expedición del portugués Hernando de Magallanes, que descubrió el paso a través del estrecho que hoy lleva su nombre y a cuya orilla se ubica la ciudad de Punta Arenas.



Hacer memoria

Al inicio de la celebración, el obispo leyó el mensaje recibido del papa Francisco en el que le dice: “Te saludo cordialmente, así como a todos los demás hermanos obispos, sacerdotes, religiosos y fieles laicos de todas las diócesis de Chile, cuando “hacen memoria” de la celebración de la primera Eucaristía en territorio chileno, el próximo 11 de noviembre. Esta es una fecha histórica, no sólo para la diócesis de Punta Arenas sino para toda la Iglesia católica en Chile, pues hace 500 años, el 11 de noviembre de 1520, la Divina Providencia quiso que, en el Cerro Monte cruz, en el Estrecho de Magallanes, el sacerdote Pedro de Valderrama capellán de la expedición de Hernando de Magallanes, ofreciera por vez primera, en aquellas tierras, el sacrificio de la Santa Misa”, dice el Papa.

“Es sobre todo de la Eucaristía, continúa, como nos recuerda el Concilio vaticano II, de donde «mana hacia nosotros, como de una fuente, la gracia y con la máxima eficacia se obtiene la santificación de los hombres en Cristo y la glorificación de Dios» (Const. Sacrosanctum Concilium, 10). Por tal motivo, en este quinto centenario podemos decir con razón, como manifiesta el lema de la Diócesis de Punta Arenas, que «Dios entró desde el Sur», pues esa primera Misa celebrada con fe, en la sencillez de una expedición en un territorio entonces desconocido, dio inicio a la lglesia que sigue peregrinando en esa querida nación”, señala Francisco.

Gratitud que brota del corazón

Reconociendo las limitaciones que provoca la pandemia, el Papa agrega que “no hay obstáculo que pueda acallar la gratitud que brota del corazón de todos ustedes, hijos e hijas de la Iglesia que peregrina en Chile, que con fe y amor renuevan su entrega al Señor, con la segura esperanza en que Él continuará acompañando su caminar en el devenir de la historia. Los animo a vivir la celebración del Misterio Eucarístico, que nos une a Jesús, con espíritu de adoración y acción de gracias al Señor, porque es para nosotros principio de vida nueva y de unidad, que nos impulsa a crecer en el servicio fraterno a los más pobres y desheredados de nuestra sociedad” y agrega que Nuestra Señora del Carmen “modelo de la Iglesia y Auxilio de los cristianos, les enseñe a confiar en el Señor y a cumplir su voluntad, en el amor y en la justicia, para testimoniar al mundo la alegría del Evangelio”.

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