El neocardenal Celestino Aós pide “respetar tiempos y procesos” tras el plebiscito en Chile

“Como ciudadano, me alegró constatar que los chilenos podemos convivir y respetarnos. No son los gritos, ni los insultos ni la violencia lo que nos une y construye; el camino es el diálogo, la participación, el aporte, la reflexión y el compromiso”, confiesa el arzobispo de Santiago, Celestino Aós Braco, entrevistado por el diario La Tercera, aludiendo al plebiscito realizado una semana antes.



Complementa esa opinión, agregando: “Los logros ciertamente rebajan la tensión, pero nosotros seguimos teniendo problemas sociales de injusticia, corrupción, narcotráfico, precariedad en la educación y en la asistencia médica, cuidado y pensiones de vejez, respeto a las etnias y respeto a la libertad de conciencia y ejercicio del culto, el respeto a la vida, etcétera. Si echamos al olvido los problemas y no trabajamos los valores edificaremos sobre arena. Pero la sensatez nos avisa que las cosas no se consiguen de golpe y hay que respetar tiempos y procesos”.

Meses difíciles

Aún no hace dos años llegó como administrador apostólico a Santiago para reemplazar al arzobispo Ricardo Ezzati a quien, cumplidos los 75 años, le fue aceptada la renuncia. Nueve meses más tarde, fue ratificado como arzobispo, y 10 meses después, el Papa anuncia que será investido cardenal.

Han sido meses difíciles por el contexto social y político del país, también por la crisis en la iglesia generada por los abusos sexuales cometidos por clérigos que la tienen con un bajísimo nivel de confianza pública y mínima credibilidad.

Consultado por el avance de los procesos en la justicia civil, respecto a sacerdotes acusados de abuso, dijo: “Sé que la justicia tiene su ritmo y su tiempo; a veces parece lento, pero hemos de pensar que no es por desidia, sino porque no se llega a más. Los tribunales deben buscar la verdad e impartir sanciones según juzguen. Queremos saber qué pasó realmente, para avanzar y poder descubrir cuáles fueron los motivos por los que eso ocurrió, queremos así llegar a reparar a las víctimas y ordenar las cosas de forma que no se produzcan de nuevo hechos similares”.

“Miren cómo se aman”

También fue consultado si considera que la iglesia en Chile ha perdido su liderazgo: “En tiempos de marketing se compite por obtener reconocimientos y premios en la sociedad, dijo el arzobispo. ¡Hay tantos concursos y galardones! La Iglesia, que yo sepa, no ha de entrar en esa línea. ¿Sabe usted cuántas personas comen de las ollas comunes que se preparan en las parroquias? ¿Sabe usted cuántos que han muerto o que se recuperaron del coronavirus han recibido la asistencia religiosa porque lo pidieron, aun cuando el sacerdote arriesgara su propia salud y vida? ¿Sabe usted cuántos ancianos están en las residencias que cuida la Iglesia? ¿Sabe cuántos migrantes o enfermos se alojaron en edificios o salas de la Iglesia? ¿Y cuántas llamadas atendió el teléfono que habilitamos? ¿Sabe cuántos varones y mujeres rezan? Claro que para quien no tiene una fe eso no cuenta”, afirmó Aós.

A continuación, agregó: “Dice la historia que, en los primeros tiempos, en ambiente pagano y hostil, la gente señalaba a los cristianos diciendo “miren cómo se aman”. No sé cómo saldremos de la crisis, ni sé cómo nos organizaremos después de la Constitución, pero sé que tenemos tarea para ofrecer el Evangelio de Jesucristo y para atender a los pobres, que siempre los hay”.

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