“Con la ayuda de Cristo y con el poder del Espíritu Santo pueden enfrentar con calma los obstáculos y desafíos de la vida. No olviden que el Señor está siempre a su lado. Por eso, les deseo desde el fondo de mi corazón que siempre sientan su presencia y su apoyo”. Con estas palabras se ha dirigido esta mañana el papa Francisco a los nuevos reclutas de la Guardia Suiza Pontificia, que este domingo realizarán su juramento en el Palacio de San Dámaso.
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El Papa ha mostrado su agradecimiento a los nuevos reclutas que, siguiendo el ejemplo de muchos de sus compatriotas, “han decidido dedicar un tiempo de su juventud al servicio del Sucesor de Pedro”. “Vuestra presencia muestra la solidaridad de los católicos suizos hacia la Santa Sede, así como la educación moral y el buen ejemplo con el que los padres transmitieron la fe cristiana a sus hijos y transmitieron un sentido de servicio generoso a los demás”, ha recalcado.
Alerta ante el “saqueo” espiritual”
Francisco les ha pedido estar alerta ante el peligro del “saqueo” espiritual. “En el entorno social actual, muchos jóvenes corren el peligro de que les roben el alma si siguen ideas y estilos de vida que solo satisfacen deseos y necesidades materiales”, ha aclarado.
Asimismo, les ha pedido que se dejen enriquecer “cultural, lingüística y espiritualmente durante este tiempo en Roma”. “El tiempo que pasarán aquí es una experiencia única en su vida: vívanla en un espíritu de hermandad apoyándose unos a otros para vivir vidas significativas marcadas por el gozo cristiano”, ha señalado.
Por último, Jorge Mario Bergoglio ha agradecido una vez más a la Guardia Suiza Pontificia “no solo por lo que hacen –que es mucho– sino también por cómo lo hacen. Santa Teresa de Calcuta dijo que al final de la vida no se nos juzga por cuánto hemos hecho, sino por cuánto amor le hemos puesto”.
