La Guardia Suiza celebra su fiesta sin el juramento de nuevos reclutas por el coronavirus

En memoria de los 147 guardias suizos caídos del 6 de mayo de 1527, defendiendo al papa Clemente VII durante el saqueo de Roma, la fuerza armada más representativa del Vaticano celebra su día grande. El coronavirus ha limitado las celebraciones de este día, teniendo que hacerse con un número reducido de personas y posponiendo el juramento de los nuevos guardias para el mes de octubre.



Homenaje a los caídos

Los actos, transmitidos por internet en directo, se han reducido a la celebración de la misa, presidida por el consejero de la Secretaría de Estado, Luigi Roberto Cona, en la iglesia de Santa María de la Piedad –el templo del cementerio Teutónico dentro del Vaticano– y al homenaje a los caídos. Dicho recuerdo se ha hecho sin la presencia de familiares y representantes en la plazoleta de los Protomártires Romanos, frente al templo y el cementerio.

El sustituto de la Secretaría de Estado, Edgar Peña Parra, ha presidido esta ceremonia de colocación de una corona en recuerdo de los caídos y las condecoraciones a algunos de los guardias que han destacado por “su largo y fiel servicio a la Santa Sede”. Este ha sido el primer acto de este tipo como capitán de Lorenz Keusch, nombrado para este cargo por el papa Francisco en marzo. El comandante Christoph Graf ha encabezado en todo momento la delegación de la Guardia Suiza.

Juramento en otoño

El acto más vistoso de esta jornada –es de las pocas veces que los militares llevan coraza sobre el uniforme de gala– ha sido siempre el juramento de los nuevos reclutas que se incorporan a la Guardia Suiza. Esta promesa que se hace en nombre de la Santísima Trinidad y a pleno pulmón se pospone en esta pandemia por el coronavirus al domingo 4 de octubre de 2020. El año pasado 23 guardias prestaron su juramento en el patio de San Dámaso del Palacio Apostólico.

Ese mismo día se hará la colecta del Óbolo de San Pedro, coincidiendo con el día de san Francisco de Asís. En esta celebración de otoño la región suiza de Basilea será el “cantón anfitrión” en la ceremonia. Los Guardias que debían prestar el juramento no han estado físicamente presentes en los actos, pero sí que ha habido diversos representantes según los idiomas nacionales que se hablan en suiza.

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