La familia real al completo visita la casa natal, el museo y el convento de san Junípero Serra en Mallorca

Los Reyes ha comenzado su agenda oficial en su periodo vacacional en Mallorca. Tras recibir en la mañana de este lunes, 10 de agosto, el rey Felipe VI a las autoridades de las islas; por la tarde acompañado de la reina Letizia y de la princesa Leonor y la infanta Sofía –esta con un muleta y cinco puntos en la rodilla tras una caída en Marivent– ha vistado la Casa Natal y Museo del santo franciscano Fray Junípero Serra, en la localidad mallorquina de Petra dentro de un intenso programa que llevará a la familia real por diferentes entornos de Baleares.



Alta representación

La familia real visitó en Petra tres lugares: la casa natal, el museo y el convento franciscano en el que entró Junípero Serra Ferrer. Los ilustres visitantes fueron recibidos por la presidenta del Govern de Baleares, Francia Armengol; la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celáa; el presidente del Parlamento de Baleares, Vicenç de Paül Thomás; la delegada del Gobierno en la Comunidad Autónoma, Aina Calvo; la presidenta del Consell de Mallorca, Catalina Cladera y el alcalde de Petra, Salvador Femenías.

La Casa Natal del santo es un ejemplo característico de la vivienda tradicional del campesinado del interior mallorquín en los siglos XVII y XVIII. Conserva las estancias de lo que fue la vivienda familiar y contiene un conjunto importante de utensilios y elementos que evocan el ambiente en el que creció el santo. Los responsables de la Fundación Casa Serra fueron los encargados de guiar la visita por la casa en la que se conservan la cocina, el horno, las habitaciones, el establo y el patio.

En la casa natal y en el museo, Felipe VI y su familia han podido conocer el lugar donde vivió el santo sus primeros años de vida, una vivienda que recrea en su mobiliario y enseres las casas características de la comarca del Pla en los siglos XVII y XVIII. La entrada cuesta dos euros y permite contemplar además un conjunto importante de obras vinculadas con la figura del franciscano.

En el Museo, la familia real recibió los saludos de Tumi Bestard, presidente de la Asociación San Junípero Serra; Kimberly Marzhall, Agente Consular de los Estados Unidos de América y Catalina Font Gomila, vicepresidenta de la Asociación San Junípero Serra. Creado por la asociación junto a la casa natal, reúne pinturas, estampas, medallas, esculturas, relieves, grabados, fotografías y maquetas relativos a los lugares de la labor del santo en las misiones americanas.

Los Reyes han firmado en el Libro de Honor del Museo y se ha realizado una fotografía oficial de grupo junto a la placa en piedra conmemorativa de la presencia. También han estado en el Santuario de la Mare de Déu de Bonay, considerado el último lugar donde predicó Fray Junípero antes de irse a América. Allí han sido recibidos por Juan Carlos Moya, provincial de la Orden Franciscana; Carlos Enrique Díaz, superior del convento y Carlos Adrián López, rector de la parroquia. Han visitado la iglesia y la sacristía donde se encuentra una reliquia del cuerpo y el féretro de san Junípero y una exposición temporal.

Respaldo monárquico

Esta visita implica un posicionamiento claro de la Casa Real en favor del misionero español y su legado, después de que sus estatuas en Estados Unidos fueran objeto de vandalismo tras acusar al santo de racista en medio de las protestas del movimiento Black Lives Matter. Protestas que también legaron a la isla donde también fueran atacadas en el marco de las protestas antirracistas que generaron un cuestionable revisionismo histórico.

Y es que desde el mismo consistorio de Palma se alentaron las protestas. La concejala de Justicia Social de Palma, de Podemos, Sonia Vivas, pidió en redes sociales: “Los habitantes toman la palabra en San Francisco y tiran la estatua de Junípero Serra. En Palma, pacíficamente, debería ser igual”. Horas después, la efigie de Serra aparecía pintada de rojo y tachado de “racista”. La diócesis de Mallorca por el contrario recordó que “el padre Serra hizo sacrificios heroicos para proteger a los indígenas de California de los conquistadores españoles, especialmente de los soldados”. El obispo Sebastià Taltavull promovió un encuentro con la concejala en la que la invitó a que “en lugar de destruir imágenes, dediquémonos a reconstruir personas”.

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