“Unidos superaremos las injusticias”, afirma arzobispo de Santiago de Chile

Al mediodía del jueves, feriado en Chile por la fiesta de la Virgen del Carmen, el arzobispo de Santiago, Celestino Aós, celebró la Misa en el Santuario Nacional de Maipú, sin público y bajo las normas sanitarias vigentes, por lo que fue transmitida a través de los varios canales de difusión de la arquidiócesis. Le acompañaron concelebrando su obispo auxiliar, Alberto Lorenzelli, sdb, y el rector del Santuario, Raúl Arcila.



La web iglesia.cl informa que Aós comenzó su homilía destacando la figura de la Madre de Jesús: “La Virgen María no es la mujer estática: es la servidora, la que se pone en camino, y acompaña nuestras prisas, nuestras alegrías y esperanzas”.

Veamos y valoremos la bondad

Expresó su dolor por las familias que han sufrido la muerte de uno de los suyos sin poder acompañarlo y agradeció a quienes se esfuerzan por cumplir las normas sanitarias para evitar propagar la epidemia y, sobre todo, a quienes trabajan y ayudan a otros.

“Haz que veamos y valoremos la bondad, oró Aós en su homilía. Y, sobre todo, haz que nosotros también nos sumemos al grupo de los que quieren construir la civilización del amor y de la vida en Chile. Que busquemos salud para todos, trabajos dignos y salarios justos, cooperación y diálogo, sentido de bien común y solidaridad con los débiles, respeto y cuidado de la familia”.

En su homilía, en forma de oración a la Virgen, el arzobispo pidió por quienes colaboran trabajando para los demás: “Protege Madre los desvelos de quienes asisten los hogares de ancianos. Bendice a quienes colaboran con sus aportes y a quienes trabajan en las parroquias o en otros centros preparando alimentos para los hambrientos, que te sientan cercana quienes acompañan y cuidan a los privados de libertad. Pon un oído atento y un corazón tierno en quienes, a través del teléfono, sirven escuchando a los afligidos y desesperanzados. Protege a quienes cuidan del orden y la seguridad y protege a quienes trabajan para que podamos seguir viviendo y funcionando. Sostén la esperanza de los que no tienen empleo”.

No bastan las buenas palabras

Hacia el final de la homilía Aós hizo un llamado a enfrentar los problemas sociales del país. Expresiones que usó hacen referencia al clima polarizado de enfrentamientos y división, ocurridos en estas últimas semanas, debido a la discusión de proyectos de leyes en el Congreso Nacional.

“Es hora de preparar el futuro, dijo el arzobispo, de deponer intereses personales y sectoriales, de dialogar. Sólo unidos superaremos las injusticias y nos levantaremos de esta crisis. Es hora de sembrar lo que queremos cosechar; es hora de pensar, de programar, de poner en manos de Dios nuestros ideales y planes. ¿Estamos aprendiendo o dejaremos que el futuro nos sorprenda porque somos superficiales y egoístas? Seguimos siendo testigos de descalificaciones e insultos; nos sigue doliendo constatar que se busquen los intereses de un partido o grupo en vez de dialogar para encontrar la mejor solución para el bien común”.

Finalmente, pidió por Chile y el mundo entero, para luchar en conjunto por acabar con la pandemia: “Por todos te rogamos, pero aquí en Chile, ya no bastan las buenas palabras, los documentos y las promesas. La gran batalla de la salud, el combate a los virus lo debemos dar entre todos, cada uno poniendo nuestra parte”, dijo Aós.

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