El papa Francisco celebra Pentecostés regalando una ambulancia a los pobres de Roma

El papa Francisco no ha pasado el día de Pentecostés atendiendo solo a las funciones litúrgicas. El Pontífice ha bendecido una ambulancia que va a reforzar los servicios de la Limosnería Apostólica en atención a los más necesitados ahora que empiezan a salir a la luz la realidad que ha dejado el coronavirus. El vehículo ha sido adquirido por la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano.



Los invisibles

El limosnero apostólico, el cardenal Konrad Krajewski, ha recordado algunos episodios de atención a los sintecho de las zonas más deprimidas de Roma. Una “ambulancia para los pobres de Roma”, ha definido el servicio, especialmente para “las personas sin hogar que viven la dureza de la calle y buscan refugio alrededor del Vaticano o en refugios improvisados en la ciudad” y que son “los que permanecen invisibles para las instituciones”.

La ambulancia consolidará todas las actividades asistenciales de la Limosnería Apostólica, que ya cuenta con una UVI móvil, que se utilizaba sobre todo para atender a las periferias de Roma. También gestiona el Sanatorio Madre de la Misericordia, en la columnata de San Pedro, inaugurado por el papa Francisco como dispensario de primeros auxilios para los sin techo o para las personas sin seguro médico, que ha permanecido abierto incluso durante el confinamiento.

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