Migrantes agrícolas en Estados Unidos arriesgan su vida para que no falte el alimento en esa nación durante el Covid-19

La Iglesia en los Estados Unidos manifestó su preocupación por los riesgos en la salud que pudieran tener los “trabajadores esenciales” -muchos de los cuales son migrantes– en medio de la contingencia sanitaria por la pandemia de coronavirus Covid-19, por lo que la institución hizo un llamado a los líderes políticos y legisladores a considerar las realidades y necesidades de estas personas durante la contingencia.



Los obispos del país se refirieron particularmente a los más de un millón de trabajadores agrícolas que hay en la Unión Americana, a quienes calificaron de “héroes”, pues durante los casi tres meses que lleva la contingencia sanitaria en ese país han trabajado sin descanso para mantener alimentada a toda la nación.

Un dato importante es que aproximadamente la mitad de los trabajadores agrícolas en Estados Unidos son indocumentados, según cifras del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, aunque otros observadores sugieren que las cifras son mucho más altas.

Los migrantes son particularmente vulnerables

Los obispos norteamericanos recordaron a la clase gobernante que “al igual que muchas poblaciones móviles e itinerantes, los trabajadores agrícolas migrantes indocumentados son particularmente vulnerables al impacto del brote de coronavirus”.

Esto se debe principalmente a que la mayoría de ellos carece de acceso a un seguro de salud, a tratamiento médico y a opciones de licencia por enfermedad o pago.

Por si fuera poco –dicen– las condiciones de vivienda de los trabajadores agrícolas a menudo están superpobladas, con pocas oportunidades de distanciamiento social, incluido el transporte que utilizan para ir al trabajo, y el equipo de protección personal no siempre está disponible.

Signos de esperanza en medio de la adversidad

Sin embargo, los obispos reconocieron que hay signos de esperanza en la industria agrícola en todo el país, ya que muchos productores y agricultores están haciendo todo lo posible para proteger a sus trabajadores y garantizar que se comuniquen e implementen pautas y medidas de sensibilización y distanciamiento social.

“Extendemos nuestra sincera gratitud a estas empresas, e imploramos que esta tendencia se ejecute en todo el país para la protección básica, la seguridad y el bienestar de todos los trabajadores agrícolas y sus familias”.

Esta postura de la Iglesia norteamericana fue hecha a través del Comité de Diversidad Cultural; el Subcomité de Atención Pastoral de Migrantes, Refugiados y Viajeros, y la Comisión de Migración.

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