Vatican City (Vatican City State (holy See)), 26/03/2020.- A handout picture provided by the Vatican Media shows Pope Francis celebrating holy mass in Santa Marta church at the Vatican, 26 March 2020. 'In these days of so much suffering' - Pope Francis said in the introduction of the Mass in Santa Marta - there is so much fear. The fear of the elderly who are alone in rest homes or in hospitals or at their homes and do not know what will happen. The fear of unemployed workers who think how to feed their children and see hunger coming. The fear of many social servants who are running society at the moment and can take sickness. And also fear, fears of each of us. Everyone knows what their fear is. Let us pray to the Lord to help us trust and tolerate and overcome fears,' concluded the Pope. (Papa) EFE/EPA/VATICAN MEDIA HANDOUT HANDOUT EDITORIAL USE ONLY/NO SALES
El ensañamiento. Fue la actitud sobre la que Francisco quiso reflexionar esta mañana durante la homilía en la eucaristía celebrada en la capilla de Santa Marta. “Detrás de todo ensañamiento, está el diablo para alejar al hombre y destruirlo”, alertó el Papa, para comentar cómo “actúa de maneras sutil”.
“Pensemos cómo en la persecución de los cristianos, utiliza los medios más sofisticados para llevarlos a la apostasía. Es una inteligencia diabólica”, dejó caer Francisco, que relató la experiencia de algunos obispos de países “que han sufrido la dictadura de un régimen ateo”.
“El lunes después de la Pascua, las profesoras preguntaban a los niños que había comido el día anterior. Aquellos que decían que habían comido huevo, eran perseguidos por si eran cristianos”, desveló: “A ese punto de espionaje se llegaba”.
“Pero, ¿qué podemos hacer contra el ensañamiento? Lo que hace Jesús: callar”, aconsejó el Papa: “El silencio, jamás la justificación. En silencio Jesús vive sus Pasión, el silencio del justo frente al enfurecimiento”.
“Pidamos al Señor la gracia de luchar contra el espíritu malvado, de discutir cuando tenemos que discutir. Pero, ante el enseñamiento de las habladurías, saber callar y dejar que los otros hablen, en silencio ante Dios”, deseó.
Así, frente “a los ataques cotidianos, cuando alguien escucha que hay chismorreos contra él”, solo planteó un camino: “Estemos callados, sepamos sufrir y tolerar las habladurías entendidas como ensañamiento en el barrio o en el lugar de trabajo”.
“En estos días han llegado noticias de tantas personas que comienzan a preocuparse de forma general por los demás y piensan en las familias que no tienen lo necesario para vivir, en los ancianos solos, en los enfermos en los hospitales“, expresó el Papa al inicio de la eucaristía.
“Rezan por ellos y tratan de hacerles llegar ayuda”, reconoció Francisco: “Gracias por ello. Que el Señor suscite en el corazón de los fieles estos sentimientos”, imploró.