Ante la confirmación del primer caso de coronavirus en Colombia, diagnosticado en Bogotá el viernes 6 de marzo –en una mujer de 19 años–, la arquidiócesis de Bogotá ya ha anunciado medidas preventivas para evitar el contagio del Covid-19 durante la celebración de los sacramentos.
El peor enemigo es el pánico
En declaraciones a Caracol Radio, el cardenal Rubén Salazar Gómez ha llamado “a la calma, porque el peor enemigo puede ser entrar en pánico y crear situaciones muy difíciles de controlar”
De igual forma, ha pedido cautela y “ser conscientes de la amenaza grave de contagio y de extensión de este virus en nuestras comunidades, especialmente ahora que estamos en Cuaresma y que se acerca la Semana Santa con todas sus celebraciones masivas”.
El purpurado colombiano, no ha dejado de manifestar su preocupación por el cuidado de las personas más vulnerables, especialmente la población anciana con afecciones respiratorias, lo mismo que por el cuidado de los sacerdotes.
Decálogo de recomendaciones
Estos y otros acentos hacen parte del ‘decálogo’ de recomendaciones que ha sido dado a conocer por la cancillería de la arquidiócesis de Bogotá, a través de su web:
- Permanente higiene de manos con agua y jabón (o gel antibacterial), “sin prisa y de manera frecuente”.
- “Evitar el saludo de mano o de beso en la mejilla”.
- “Debe existir gel anti bacterial disponible en las parroquias, sobre todo en las sacristías”. A los sacerdotes y a los ministros de la eucaristía se indica que “deben lavarse las manos antes y después de cada ceremonia”.
- “Los sacerdotes que tengan cuadros respiratorios no deben oficiar misa o entrar en contacto directo con los fieles”.
- Para remplazar el saludo de paz –evitando dar la mano– se propone hacer una venia.
- Priorizar la comunión en la mano y “pedir a los fieles que usen gel para el contacto con las manos del sacerdote o diácono”.
- Las medidas se extienden al sacramento de la reconciliación, señalándose que “durante la confesión el sacerdote debe usar tapabocas normal“.
- También en la visita a los enfermos se pide a los sacerdotes “usar tapabocas N95, no recibir comidas en el hogar que visita, y, al entrar y salir, lavarse las manos con agua y jabón, secándose con toalla nueva”. Al llegar a la casa cural deberá lavarse nuevamente las manos.
- Se debe intensificar en la casa cural la limpieza de superficies.
- La misma medida del uso de tapabocas aplica para “las personas mayores de 70 años” que asistan a la eucaristía, mientras que “aquellos feligreses que tengan enfermedades asociadas (cardiacas, pulmonares, diabetes y problemas en las defensas) no deben asistir a la eucaristía mientras exista pico de la epidemia“.
