José Luis Alonso Ponga: “No me sorprende que agnósticos participen religiosamente en una procesión”

El director del ‘Centro Internacional de Estudios de Religiosidad Popular: la Semana Santa’ reflexiona sobre esta cuestión a unos días de que se celebre en Suiza el primer Forum Panaerupeo de Cofradías

José Luis Alonso Ponga

El primer Fórum Panaeuropeo de Cofrafías se desarrollará en Lugano (Suiza) del 15 al 16 de febrero. El evento ha sido co-organizado por la Cofradía de San Carlos Borromeo de Lugano y por la Confederación de Cofradías de las Diócesis de Italia, con el asesoramiento de la Facultad de Teología de Lugano. El evento es respaldado por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización y el Consejo de Conferencias Episcopales Europeas (CCEE).



En el marco de este fórum, la organización ha entrevistado a José Luis Alonso Ponga, director del ‘Centro Internacional de Estudios de Religiosidad Popular: la Semana Santa’, profesor de Antropología Social y, desde 1993, director de la cátedra de estudios sobre la Tradición en la Universidad de Valladolid. “Las cofradías son importantes porque tienen en su seno el gran principio del cristianismo: la solidaridad. La palabra misma, ‘cum-fratribus’, significa ‘con los hermanos'”, reconoce.

“A mí no me sorprende que las personas que no son creyentes o se declaran agnósticas participen en la procesión y lo hagan religiosamente, porque en la celebración ‘confraternal’ hay un elemento muy importante que es el recuerdo de los antepasados. Hay dos palabras interesantes: ‘rememorar’ y “’recordar’. Rememorar es volver a traer otra vez a la memoria, mientras que recordar es volver a pasar por el corazón. Yo iba de pequeño con mi padre a los oficios y, ahora, en Semana Santa al menos un día tengo que escaparme al pueblo. Y si no estoy allí, al menos mi familia, mis antepasados vuelven a estar conmigo. Eso no son cosas de paganos. Hablamos de la familia, que es la base de todo”, sostiene.

Las mujeres, cofradas

El antropólogo mantiene que, “aunque los cofrades sean mil y pico y se reúnan solo una vez al año, van allí porque hay vivencias interiores. Todos los que participan me dicen: ‘Tú no sabes lo que es esto’. Estamos hablando de unas raíces ontológicas basadas en vivencias religiosas. Y, ¿qué es la religión? El reconocimiento por parte del individuo de que es finito y necesita una relación con el infinito. Probablemente haya quien piense que esto no tiene sentido, pero yo opino todo lo contrario. Tienes un punto de partida para evangelizar si quieres”.

Sobre la renovación de las cofradías, el profesor indica que es necesario una “evolución natural de la tradición”. “No es necesario seguir viviendo como nos cuentan san Buenaventura o santa Brigida en sus visiones, no, nosotros tenemos que vivir en el siglo XXI. Y es importante que las cofradías se adapten a nuevos modos de hacer o pensar”.

En relación a su aportación a la cultura, indica que, “sin las cofradías, no existiría todo el patrimonio artístico que tenemos, ni tampoco el patrimonio inmaterial que se crea continuamente en la reactivación de la puesta en escena de la cofradía. Los pasos no están hechos para ser conservados en un museo, sino para salir a las calles”.

Al ser preguntado sobre el papel de las mujeres en las cofradías, el investigador avanza que, en su nacimiento, ellas “entran de pleno derecho, y se habla de cofrades y cofradas”. “Afortunadamente con la renovación y modernización actual, desde el comienzo de los años ochenta del siglo pasado, salvo raras excepciones, los derechos y deberes son los mismos para hombres y mujeres. Hay ya varias presidentas de cofradías”, apunta.

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