Francisco: “La civilización católica es la del Buen Samaritano”

  • El Papa celebra el 170 aniversario de la revista jesuita La Civiltà Cattolica a través de una carta
  • “Acepten los desafíos de la realidad, no se conformen con propuestas de remientos o síntesis abstractas”, propone como línea de trabajo

La Civiltà Cattolica cumple 170 años en 2020. Y Francisco, el primer Papa jesuita de la historia ha querido sumarse a las celebraciones a través de un mensaje manuscrito enviado a la revista de referencia de la Compañía de Jesús.

“Continúa viviendo la dinámica entre la vida y el pensamiento con una mirada que escucha, sabiendo que la ‘civilización católica’ es la del Buen Samaritano”, escribe Francisco en una misiva que se ha convertido en la portada de la revista.



Jorge Mario Bergoglio recuerda en su texto cómo Pío XI pidió a la Compañía que fundara la publicación: “Desde entonces, ella ha acompañado fielmente al Papa. Gracias por la ayuda que me ofrecen también”. El agradecimiento de Francisco no es protocolario, en tanto que a lo largo del Pontificado, la revista dirigida actualmente por Antonio Spadaro ha buscado explicar, detallar y profundizar sobre las líneas maestras marcadas por el Papa argentino para la Iglesia.

Con el ‘imprimatur’  vaticano

No en vano, hay quien considera que La Civiltà siempre ha sido un órgano oficioso de comunicación de la Santa Sede en tanto que siempre cuenta con el ‘imprimatur’ de la Secretaría de Estado vaticana.  Además, en este tiempo, también ha publicado en exclusiva el encuentro que el Pontífice mantiene con las comunidades jesuitas de todo el mundo, en cada uno de sus viajes apostólicos.

Francisco, que se sabe lector de la revista, expresa su deseo de que “sea creativa en Dios, explorando nuevos caminos”, además de mostrarse agradecido por “el nuevo aliento internacional que anima a la revista”.

Voces de frontera

En este sentido el Papa sugiere a La Civiltà explorar nuevos caminos que pasan por “escuchar las voces de tantas fronteras” del mundo de hoy. Para Francisco, este ejercicio se traduce en “el discernimiento de los distintos lenguajes, combatir el ido, la mezquindad y los prejuicios”.

En la misma línea en la que se suele dirigir a los teólogos, Bergoglio apunta cómo la revista de pensamiento de los jesuitas no puede conformarse “con hacer propuestas de remiendos o síntesis abstracta”. “En su lugar, debe aceptar el desafío de afrontar las preocupaciones de una actualidad desbordante, en la que Dios siempre actúa”.

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