En su saludo de Navidad la Iglesia brasileña se solidariza con los indígenas y pide ¡que se haga justicia!

  • El presidente de la CNBB, Walmor Oliveira de Azevedo, denuncia que “es vergonzoso tener que convivir, en pleno siglo XXI, con persecuciones y atentados contra la población indígena”
  • De acuerdo con el obispo, “ejercer la opción preferencial por los pobres, sello de autenticidad de la fe cristiana, es estar al lado de los indios”

indígenas pueblo Gamela en Brasil marcha simbólica tras los actos de violencia abril 2017

La contemplación del pesebre nos enseña a estar junto a los pobres y excluidos“. Con esta convicción, el presidente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), Walmor Oliveira de Azevedo, ha recordado en su mensaje de Navidad la persecución que padecen las poblaciones indígenas, como expresión de solidaridad ante las amenazas a las que se encuentran expuestos estos pueblos y las muertes que han sufrido.



“Es vergonzoso tener que convivir, en pleno siglo XXI, con persecuciones y atentados contra la población indígena, en razón de la ganancia, de la ganancia de la minería sobre todo, crímenes graves, movidos por la ambición desmedida, por una esclavitud al dominio del dinero“, ha denunciado el también arzobispo de Belo Horizonte a través de un video-mensaje difundido por la CNBB.

Del lado de los pueblos indígenas

De ahí que el obispo brasileño enfatice que “ejercer la opción preferencial por los pobres, sello de autenticidad de la fe cristiana, es estar al lado de los indios, de los que viven en las calles, de los que sufren y son marginados, todos nuestros hermanos y hermanas”.

En este sentido, el presidente de la CNBB no solo afirma que “es necesario solidarizarse con los indios”, sino que, antes los atentados y las muertes de sus líderes también “debemos exigir a las autoridades competentes seria y célere depuración de los hechos. ¡Que la justicia sea hecha!”

No se puede cambiar vida por riquezas

Asimismo, con miras a la Jornada Mundial por la Paz que se celebra el próximo 1º de enero, Oliveira de Azevedo ha hecho un llamado a “no dejar agravar esa cicatriz de la sociedad brasileña que es la persecución a los pueblos originarios”, pues ¡no es posible intercambiar vida por riquezas!

“La paz es el mayor tesoro que una civilización puede conquistar”, insiste el prelado, animando a que “sea la búsqueda de la paz el horizonte permanente de las relaciones humanas, compromiso inalienable que exige respeto a todos los pueblos, principalmente a los indígenas, excluidos de nuestra sociedad, a ejemplo de Jesús y de los que estaban próximos a él en el templo del pesebre”.

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