Los exorcistas denuncian la publicación de un manual infantil de magia negra

  • ‘A Children’s Book of Demons’ (Un libro de demonios para niños) invita a los pequeños a tratar de aliarse con distintos tipos de diablos dibujando las diversas marcas que los representan
  • El presidente de la Asociación Internacional de Exorcistas lamenta este intento “de proponer el satanismo como una normal alternativa a los otros cultos y a las diversas filosofías de vida”

La publicación de ‘A Children’s Book of Demons’ (‘Un libro de demonios para niños’, editado en inglés por Koyama Press), en el que se enseña a los más pequeños cómo invocar al diablo, ha provocado un grito de alarma por parte de la Asociación Internacional de Exorcistas (AIE) por este nuevo intento de acercar a las nuevas generaciones a la magia negra.



“En este tiempo es evidente el intento de proponer el satanismo como una normal alternativa a los otros cultos y a las diversas filosofías de vida. Se llega incluso a afirmar que el culto al demonio se limita a su simple celebración y que quien lo practica no comete crímenes y no hay nada de malo en ello”, señala el sacerdote Francesco Bamonte, presidente de la AIE, en una nota publicada por la agencia Sir.

‘A Children’s Book of Demons’, recientemente publicado en Estados Unidos y a la venta por medio de Amazon, se propone a sus jóvenes lectores con este mensaje: “¿No te apetece sacar la basura esta noche? ¿Tal vez estés hasta arriba de deberes? ¿Puede que ese matón sea un verdadero rollo? ¡Bien, pues toma tus lápices de colores, muestra tu capacidad para dibujar sellos y llama a algunos demonios! ¡Esta parodia paranormal rebosa de divertidos espíritus que son más tontos que escalofriantes!”

Destrucción moral

El volumen, una suerte de manual infantil de magia negra, invita a los niños a tratar de aliarse con distintos tipos de demonios dibujando las diversas marcas que los representan. Estas están inspiradas en los símbolos propios de los grimorios, los libros de hechicería para que los iniciados intenten supuestamente entrar en contacto con los espíritus.

“Quien invita a un niño a invocar a los demonios es como si le dijera que es posible conseguir ayuda de un criminal para obtener algo”, advierte Bamonte, que denuncia que al mismo tiempo se está haciendo que el pequeño “pierda su identidad y su personalidad” llevándole así hacia la “destrucción moral, psicológica y espiritual”.

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