Francisco: “Las canonizaciones de las últimas décadas demuestran que ser santo no es inalcanzable”

  • El Papa ha recibido en audiencia a los miembros de la Congregación para las Causas de los Santos por el 50 aniversario de su creación
  • “Son personas cuyo testimonio de vida nos ilumina, nos atrae y también nos cuestiona”

“Las muchas beatificaciones y canonizaciones que se han celebrado en las últimas décadas significan que los santos no son seres humanos inalcanzables, sino que están cerca de nosotros y pueden apoyarnos en el viaje de la vida”. Así lo ha declarado hoy el papa Francisco, que ha recibido en audiencia a los miembros de la Congregación para las Causas de los Santos con motivo del 50 aniversario de su creación.



De hecho, ha recalcado que “son personas que han experimentado el trabajo diario de la existencia con sus éxitos y fracasos, encontrando en el Señor la fuerza para levantarse y continuar el viaje”. Personas cuyo testimonio de vida “nos ilumina, nos atrae y también nos cuestiona, porque son una ‘palabra de Dios’ encarnada en la historia y cercana a nosotros”.

Pero la santidad, ha recalcado el Papa, a menudo “impregna y acompaña la vida de la Iglesia peregrina a lo largo del tiempo” de una manera “casi imperceptible”. Por eso, ha animado a los presentes a saber contemplarla en “los padres que crían a sus hijos con tanto amor, en los hombres y mujeres que trabajan para llevar el pan a casa, en los enfermos, en las mujeres de edad avanzada que siguen sonriendo”.

“La verdadera luz de la Iglesia”

“Su Dicasterio está llamado a verificar las diversas modalidades de santidad heroica, la que brilla más visible como la más oculta y menos llamativa, pero igualmente extraordinaria”, ha subrayado Francisco, ya que “la santidad es la verdadera luz de la Iglesia y, como tal, debe colocarse en el candelabro para que pueda iluminar y guiar el camino hacia Dios de todas las personas redimidas”.

Asimismo, Francisco ha ensalzado la labor del Dicasterio, que desde “la antigüedad ha llevado a cabo escrupulosamente y con precisión la labor investigativa, con seriedad y habilidad en el estudio de las fuentes documentales y de procedimiento, con objetividad y rigor en el examen y en cada grado” para establecer, sin “ambigüedad ni duda” la proclamación de la santidad de una persona.

Del mismo modo, el Papa ha recordado a los postuladores que estas causas “son realidades espirituales, no procesales” y, por tanto, deben ser tratadas con una “fuerte sensibilidad evangélica y rigor moral”. De hecho, ha recalcado también la “necesidad del milagro”, porque “es el dedo de Dios allí mismo” y, “sin una clara intervención del Señor, no podemos avanzar en las causas de la canonización”.

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