Carmelo Barbagallo, nuevo presidente de la Autoridad de Información Financiera del Vaticano

  • Francisco confía la lucha contra el blanqueo de capitales al actual asesor financiero del Banco de Italia
  • Sustituye al abogado suizo René Brülhart, que presentó su dimisión tras filtrarse el conocido ‘Vatileaks 3’

Carmelo Barbagallo, nuevo presidente de la Autoridad de Información Financiera del Vaticano

El papa Francisco ha nombrado a Carmelo Barbagallo (1956) nuevo presidente de la Autoridad de Información Financiera (AIF) del Vaticano, el organismo instituido para luchar contra el blanqueo de capitales. El auditor italiano era hasta ahora asesor de la Dirección del Banco de Italia en materia de vigilancia bancaria y financiera.

Natural de Catania, sustituye al abogado suizo René Brülhart, quien presentó su dimisión antes del viaje apostólico a Tailandia y Japón (19-26 noviembre) tras filtrarse la investigación que ha destapado algunos casos de corrupción en la gestión del patrimonio del Vaticano, el conocido como Vatileaks 3. Este es el segundo cese importante que se produce tras la renuncia del jefe de la Gendarmería, Domenico Giani.

Este nuevo nombramiento al frente del ente creado por Benedicto XVI en 2010, se ha hecho público hoy, tras el regreso de Francisco, tal y como había confirmado la Oficina de Prensa de la Santa Sede. Así, Barbagallo es la “figura de alto perfil profesional y experiencia acreditada a nivel internacional” que el Papa quiere para esta responsabilidad.

¿Quién es Carmelo Barbagallo?

Barbagallo se graduó en 1978 con honores en Derecho en la Universidad de Catania; en 1979 obtuvo su especialización en Economía regional y colaboró con la Cátedra de Derecho Privado y Derecho Industrial.

En 1980 se unió al Banco de Italia y fue asignado a la Oficina de Supervisión de la sucursal de Génova. Después de haber cumplido con las obligaciones militares como oficial de la Guardia di Finanza, en 1983 fue transferido a la sucursal de Milán, donde trabajó en la Unidad de Investigación Económica y la Oficina de Supervisión, tratando la economía real de la Región Lombarda, el análisis de bancos de interés nacional (Banca Commerciale Italiana y Credito Italiano) y de fondos mutuos de inversión.

Desde 1985 ha estado en la Administración Central, en la Inspección de Supervisión. En esos años es responsable de cursos de capacitación y colabora con numerosos grupos de trabajo. Entre otras cosas, se ocupa de préstamos bancarios anómalos y reestructurados y participa en la redacción de la Ley Bancaria. También es miembro de las comisiones para el reclutamiento de jóvenes graduados en el Banco de Italia.

Como inspector de supervisión, es responsable de numerosas inspecciones en intermediarios bancarios y financieros, en Italia y en el extranjero, que se ocupan, entre otras cosas, de la validación de modelos avanzados de medición de riesgos previstos por el acuerdo de Basilea. Supervisa el trabajo de redacción de la Guía de supervisión actual.

En enero de 2009 fue nombrado jefe adjunto de la Inspección de Supervisión; a partir de mayo de 2011 asume la titularidad del Servicio. Desde febrero de 2013 es director general con el título de director central para la Vigilancia Bancaria y Financiera. Del 27 de enero de 2014 al 30 de junio de 2019, fue el jefe del Departamento de Supervisión Financiera y Bancaria.

¿Malversación en la Curia?

El pasado octubre el semanario L’Espresso desveló que la Fiscalía considera sospechosos de los delitos de “malversación, estafa, abuso de poder y blanqueo de capitales” a cinco funcionarios de la Curia romana. Entre ellos, Tomasso Di Ruzza, director de la Autoridad de Información Financiera (AIF), y el sacerdote Mauro Carlino, antiguo secretario del del cardenal prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Angelo Becciu.

En el avión de regreso del viaje apostólico ayer, Francisco insistió en la presunción de inocencia de los cinco investigados, que se encuentran suspendidos temporalmente de sus cargos, y celebró que la alarma por la operación sospechosa surgiera de manera interna. “Significa que hoy la administración vaticana tiene los recursos para esclarecer las cosas feas que suceden dentro de ella”.

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