“No es suficiente leer las Escrituras, necesitamos entender su significado, encontrar el ‘jugo’ yendo más allá de la ‘corteza’, dibujando el Espíritu que anima la letra”. De esta manera se ha expresado el papa Francisco hoy en la audiencia general continuando el ciclo de catequesis sobre los Hechos de los Apóstoles. Hoy ha centrado su meditación en el testimonio del diácono Felipe, que fue a evangelizar las ciudades de Samaría.
Después del martirio de Esteban, se desató en Jerusalén una violenta persecución contra la Iglesia, muchos cristianos tuvieron que dejar la ciudad y se dispersaron por Judea y Samaría. “Esa persecución en lugar de detener la evangelización, la impulsó”, ha relatado el Pontífice.
Atraerlos a Cristo
Fue también durante esa misión que el Espíritu Santo llevó a Felipe hacia un extranjero que se dirigía a su tierra e iba leyendo el cuarto canto del ‘Siervo del Señor’, del libro de Isaías, sin comprender su significado, ha explicado. El diálogo entre Felipe y ese hombre, que reconoció no entender la Palabra de Dios, “nos dice que no es suficiente leer la Escritura, ya que la clave para entenderla se encuentra en Jesús, Palabra encarnada del Padre, que con su misterio pascual le da pleno sentido”, ha indicado. “El encuentro con Felipe impulsó al etíope a pedirle el Bautismo; al recibirlo lo convirtió en un hombre nuevo y lo marcó con ‘el sello’ de la alegría del Espíritu Santo, fuente de esperanza para su camino”, añadió.
Po último, el Papa, dirigiéndose a los fieles, pidió que el Espíritu “haga que los hombres y mujeres bautizados que anuncian el Evangelio atraigan a otros no a sí mismos, sino a Cristo, que sepan hacer espacio para la acción de Dios, que sepan hacer que otros sean libres y responsables ante el Señor”.
