El Papa, al Encuentro por la Paz: “Es insensato cerrar espacios y separar a los pueblos”

  • Francisco se hace presente en el foro internacional de Sant’Egidio en Madrid a través de una carta que se leyó en la sesión de apertura
  • “La fraternidad de los creyentes es una barrera contra las guerras”, reivindica sobre el diálogo interreligioso
  • Toda la información del Encuentro por la Paz de Sant’Egidio

papa Francisco viaje a Chile con una cruz Mi paz os doy enero 2018

“Los muros caen cuando son asediados por la oración y no con las armas”. Con este mensaje, el Papa quiso hacerse presente esta tarde en el Encuentro por la Paz organizado por la Comunidad de Sant’Egidio en Madrid y que congregará a más de 300 personalidades hasta el martes en la capital española bajo el lema “Paz sin fronteras”.

A través de una carta leída durante la sesión inaugural, Francisco subrayó que “la paz no tiene fronteras”.  “La mente vuela al pasado cuando hace 30 años en el corazón de Europa cayó el Muro de Berlín”, recordó el Papa, para subrayar que entonces “se puso fin a esa lacerante división del continente que causó tanto sufrimiento”.

No tener miedo

Esta efemérides le permitió hacer un llamamiento a soñar con un futuro en paz tomando como medios “el diálogo, el encuentro y la negociación”: “Los frutos vendrán, no tengamos miedo, porque el Señor escucha la oración de este pueblo fiel. Pido la paz al único que nos la puede dar”.

A la vez, también advirtió de los efectos de la guerra: “El desperdicio de ese don de Dios que es la paz, dilapidado por nuevas guerras, nuevos muros y barreras”. “Es insensato cerrar espacios y separar a los pueblos”, criticó Francisco, que explicó cómo “la Casa Común no soporta muros que separen y dividan a los que viven allí. Necesita puertas que se abran”.

Referencia a Abu Dabi

En este sentido, destacó cómo “la fraternidad de los creyentes es una barrera contra las guerras”. Y puso como ejemplo el Documento sobre la Fraternidad Humana por la Paz Mundial y la Convivencia Común, que firmó el pasado mes de febrero en Abu Dabi junto al gran imán de Al-Azhar, Ahmad Al-Tayyeb.

“Es en los corazones donde se debe sembrar sentimientos de paz y fraternidad”, insistió el Papa a los asistentes en el Palacio de Congresos, a quien les encomendó que “la gran tarea de la paz también ha sido puesta en nuestras manos”.

En este sentido, reivindicó la importancia de aquel primer encuentro por la paz en Asís celebrado en 1986 con san Juan Pablo II como testigo: “Desde entonces, nunca se ha interrumpido, sino que continúa y se amplía en número de participantes”.

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