“Hemos olvidado quiénes somos: criaturas a imagen de Dios (cf. Gn 1, 27), llamadas a vivir como hermanos y hermanas en la misma Casa Común. No fuimos creados para ser individuos que mangonean; fuimos pensados y deseados en el centro de una red de vida compuesta por millones de especies unidas amorosamente por nuestro Creador”. Lo recuerda el papa Francisco en su mensaje para la V Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación que se se celebra este 1 de septiembre.
Coincidiendo con esta fecha, Bergoglio llama a “redescubrir nuestra vocación como hijos de Dios, hermanos entre nosotros, custodios de la Creación”. E insiste: “Es el momento de arrepentirse y convertirse, de volver a las raíces: somos las criaturas predilectas de Dios, quien en su bondad nos llama a amar la vida y vivirla en comunión, conectados con la Creación”.
La codicia de poseer y explotar
Consciente de que la respuesta humana a ese “precioso regalo para custodiar” ha estado marcada “por el pecado, por la barrera en su propia autonomía, por la codicia de poseer y explotar”, el Pontífice argentino advierte sobre los “egoísmos e intereses que han hecho de la Creación —lugar de encuentro e intercambio— un teatro de rivalidad y enfrentamientos”. “Algo bueno a los ojos de Dios se ha convertido en algo explotable en manos humanas”, lamenta, al tiempo que denuncia el aumento de la degradación en las últimas décadas: “La contaminación constante, el uso incesante de combustibles fósiles, la intensiva explotación agrícola, la práctica de arrasar los bosques”, que “están elevando las temperaturas globales a niveles alarmantes”.
Fenómenos climáticos extremos, desertificación, glaciares que se derriten, escasez de agua, presencia de plásticos y microplásticos en los océanos -como recuerda en su vídeo con la oración para el mes de septiembre- constituyen “hechos preocupantes que confirman la urgencia de intervenciones que no pueden posponerse más“. “Hemos creado una emergencia climática que amenaza seriamente la naturaleza y la vida, incluida la nuestra”, clama Francisco.
Ante esta situación, el Papa insta a todos los fieles a la oración en el marco de ‘El Tiempo de la Creación’, iniciativa ecuménica en beneficio de la Casa Común que se extiende desde hoy, 1 de septiembre (Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación), hasta el 4 de octubre (san Francisco de Asís). “Una ocasión para sentirnos aún más unidos con los hermanos y hermanas de las diferentes denominaciones cristianas… en el contexto de la crisis ecológica que afecta a todos”, exhorta Francisco.
Cambiar el estilo de vida
El mensaje papal confía en que este tiempo nos sirva para “reflexionar sobre nuestro estilo de vida”: “¡Elijamos cambiar, adoptar estilos de vida más sencillos y respetuosos!”, reivindica. También que sea una oportunidad para “emprender acciones proféticas”. En sentido, se suma a esos jóvenes que “están alzando la voz en todo el mundo, pidiendo decisiones valientes” y que “nos recuerdan que la Tierra no es un bien para estropear, sino un legado que transmitir”.
También estas oraciones y llamamientos tienen como “objetivo principal sensibilizar a los líderes políticos y civiles“, a los que invita a no ceder “ante la lógica perversa de las ganancias fáciles”. “¡Pensemos en el futuro de todos!”, concluye, dirigiéndose a la próxima Cumbre de las Naciones Unidas para la Acción Climática y recordando la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos dedicada a la Amazonía. “¡Aprovechemos estas oportunidades para responder al grito de los pobres y de la tierra!”, insiste Francisco, antes de llamar a cada fiel cristiano a sentitse “involucrado y responsable de cuidar la Creación con la oración y el compromiso”.
