Francisco Lorenzo: “Es difícil una política con talla moral si la sociedad tampoco tiene esa talla moral”

  • El director del Área del Acción Social de Cáritas advierte en los ‘Diálogos de Yuste VI’ de que “estamos poniendo fecha de caducidad a los valores”
  • “Si solo argumentamos con criterios económicos, renunciamos a ser una sociedad ética”, señala el sociólogo

Dialogos de Yuste

“No nos faltan motivos para ser críticos con el poder político, pero es la sociedad la que merece más crítica, porque es difícil que una sociedad tenga una política con una talla moral fuerte si esa talla no la tiene ya la sociedad civil”, aseguró hoy en su disertación en los VI Diálogos de Yuste Francisco Lorenzo Gilsanz, director del Área del Acción Social de Cáritas Española.

El también secretario técnico de la Fundación FOESSA apostó en ese diálogo entre ‘Sociedad civil y poder político’, que era el tema de esta jornada organizada por la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA) en el Real Monasterio de San Jernónimo de Yuste, por “hacer autocrítica” y “exigirnos más como sociedad civil”, porque “nos falta ser una sociedad capaz de renunciar a determinadas cosas, ser capaces de renunciar a una parte de nuestro bienestar para dársela al que tenemos al lado”.

Como punto de partida para esta relación, Lorenzo rompió una lanza por la administración pública, señalando que “es verdad que los poderes políticos han mostrado a veces poca eficacia, pero si renunciamos definitivamente a las políticas públicas, hay un sector que va a acabar perdiendo. Por eso, en la administración pública es donde está la garantía de derechos”.

La lógica del mercado

Contrapuso esa lógica frente a la del mercado, una apuesta esta que, en su opinión, motivará “que haya gente que no llegará”, pero también frente a la lógica de la sociedad civil, “pues nos llevará a caer en la arbitrariedad, algo que no debería suceder la administración pública”.

Advirtió igualmente Lorenzo sobre la “lógica del intercambio”, que aun siendo necesaria, puede tener efectos indeseables. Y es como, como apuntó, “si queremos resolver problemas sociales desde esa lógica, nos podemos encontrar con el problema de las pensiones, por ejemplo, donde se proponga a la gente que se contrate un plan de pensiones. Y es legítimo. Pero pensando en las personas que acuden Cáritas, decirles que se hagan ese plan de pensiones privado es como decirles que las vamos a dejar tiradas frente a esa cuestión”.

Y es que, añadió, “cuando se argumenta con números, puede tener su lógica, porque también se argumenta con números la llegada de inmigrantes a nuestro país, pero hay que pensar en otros valores, porque si solo argumentamos con criterios económicos, estamos renunciando a ser una sociedad ética, una sociedad con valores”.

“Valores que dejan de llevarse”

Frente a ellos, el experto de Cáritas, apostó por una sociedad que crea “comunidad” en sus vínculos frente a una “sociedad donde las personas y los valores tienen fecha de caducidad, porque en esta sociedad hedonista hay una serie de valores que dejan de llevarse, y si nuestras relaciones tienen fecha de caducidad y están marcadas por la imagen y el hedonismo, estamos creando una sociedad frágil en términos éticos”.

Asismimo, Lorenzo, que señalo que Cáritas “no somos una ONG ni debemos serla, somos una organización sociocaritativa de la Iglesia, pero sí nos movemos en el espacio del tercer sector”, llamó también la atención para no caer en una sociedad que se deje llevar por “la tiranía de la imagen, para aparentar ser muy democráticos, porque si no hay valores, no hay democracia, por mucho que se vote, o es una democracia mucho más frágil y débil”.

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