“El papa Francisco desea acentuar la primacía espiritual sobre la tentación de subrayar demasiado el aspecto empresarial y financiero, y quiere promover cada vez más la devoción popular que es tradicional en los santuarios”. Con estas palabras explica en Vatican News Andrea Tornielli, director editorial del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede, la decisión de Francisco de enviar un delegado apostólico a Lourdes.
De esta manera, el Papa continúa “en la línea que ya se tomó en 2017 para Medjugorje”, demostrando que se “preocupa particularmente por el cuidado de los peregrinos a nivel espiritual”, pero especialmente porque los santuarios sean “cada vez más lugares de oración y de testimonio cristiano”.
Estas palabras se recogen, tal como señala Tornielli, en la carta que el Papa envió a Antoine Hérouard, obispo auxiliar de Lille, para informarle de su decisión de nombrarle delegado ‘ad nutum Sanctae Sedis’ (a disposición de la Santa Sede) del santuario de Lourdes.
Un lugar de oración
“La carta papal fue leída en el pequeño centro de los Pirineos, lugar de una de las apariciones marianas más populares de la historia, frente a los capellanes y a los responsables administrativos del santuario”, explica Tornielli. Pero no ha sido hasta hoy, 6 de junio, que el arzobispo Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, ha anunciado públicamente esta decisión de Francisco.
De hecho, el mismo Fisichella ha llevado a cabo una serie de “verificaciones” durante los últimos meses en el santuario de Lourdes, después de las cuales, tal como refleja la carta, el Papa desea “comprender cuales ulteriores formas puede adoptar el santuario de Lourdes, además de las muchas ya existentes, para convertirse cada vez más en un lugar de oración y de testimonio cristiano que responda a las necesidades del Pueblo de Dios”.
Por su parte, Nicolas Jean René Brouwet permanecerá al frente de la diócesis de Tarbes y Lourdes como obispo, mientras que Hérouard no dejará su cargo en Lille y se limitará únicamente al santuario. Además, “el nombramiento como delegado”, subraya Tornielli, “no es por tiempo indefinido como en el caso de Hoser en Medjugorje”, por lo que se trata de un “cargo temporal, no permanente”.
