La mexicana Concepción Cabrera ya es beata

  • Su fiesta litúrgica se le celebrará el 3 de marzo, según el decreto de beatificación firmado por Francisco
  • “Es un caso único en la historia de las congregaciones”, aseguró el cardenal Ángelo Becciu

Al menos unas 11 mil personas asistieron este sábado a la Basílica de Guadalupe para participar en la beatificación de Concepción Cabrera de Armida, laica mexicana y fundadora de la Familia de la Cruz.

El interior de la Casita del Tepeyac se vio abarrotado, por lo que fue necesario instalar sillas y una pantalla gigante en el Atrio de las Américas, desde donde cientos de devotos también siguieron la celebración.

La ceremonia–presidida por el cardenal Ángelo Becciu, Prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos y representante del Santo Padre– fue interrumpida con aplausos en varias ocasiones, principalmente durante la develación de la imagen oficial de la nueva beata, acto que estuvo precedido de la solicitud de beatificación por parte del cardenal Carlos Aguiar Retes, arzobispo primado de México y de la lectura del decreto mediante el cual el papa Francisco la inscribió en el Libro de los Beatos:

“Cardenal Carlos Aguiar Retes, arzobispo Metropolitano de México… después de haber consultado a la Congregación de la Causa de los Santos, con Nuestra Autoridad Apostólica, concedemos que la Venerable Sierva de Dios, María de la Concepción Cabrera, viuda de Armida, fiel laica y madre de familia, la cual, buscando y siguiendo la voluntad divina, dio testimonio de la fuerza salvífica de la Cruz de Cristo, inspirando y fundando varios institutos religiosos y seculares, sea llamada Beata, de ahora en adelante y que, el 3 de marzo, día de su nacimiento en el cielo, pueda ser celebrada cada año, en los lugares y modos establecidos por el derecho. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén”.

A la celebración asistieron unos 65 obispos mexicanos y de otros países, así como el nuncio Apostólico en México, Franco Coppola, y el cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo Emérito de la Arquidiócesis de México, quien impulsó la causa de canonización.

Un caso único

Durante su homilía, el cardenal Ángelo Becciu habló, en un perfecto español, sobre la vida y obra de la nueva beata mexicana, a quien se refirió como “un caso único en la historia de las congregaciones religiosas, toda vez que inspiró dos congregaciones y tres obras apostólicas, “sin asumir –resaltó– el papel de fundadora y, mucho menos, la carga y los poderes de superiora general”.

El cardenal italiano también hizo un llamado al Pueblo de Dios que peregrina en México para que sepa imitar de Concepción Cabrera la mirada profética y el corazón abierto a los hermanos, “con una generosa labor apostólica que encuentre su raíz en la fe cristiana, primer patrimonio moral y cultural de esta nación”.

Al final de la celebración, el cardenal Carlos Aguiar Retes, agradeció a la Familia de la Cruz que, “con su presencia, pero sobre todo con su vida”, hayan hecho posible que México tenga una nueva beata.

El evento concluyó con un fuerte aplauso tras las palabras del monitor de la celebración: “A María de la Concepción Cabrera de Armida, sus nietos la llaman ‘Mane’; sus hijos espirituales la llamamos ‘Nuestra Madre’. Desde hoy, llenos de orgullo y gratitud, todos podemos llamarla ‘Beata’. Que la nueva Beata nos tome de la mano y nos enseñe a dejarnos mover por el Espíritu Santo, en el seguimiento de Jesucristo Sacerdote y Víctima, a fin de ser con Él una ofrenda agradable al Padre, pidiendo la salvación para todo el mundo: ¡Jesús, salvador de los hombres!”.

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