Ida Vitale, Premio Cervantes 2018: tan humana que toca el cielo

  • En su compleja y apasionada obra, siempre ha apostado por una versión humana más aterrizada y carnal
  • La uruguaya, de 95 años, es la quinta mujer que recibe este galardón, que se dio por primera vez en 1976

Ida Vitale, Premio Cervantes

El pasado 23 de abril, en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, la poeta uruguaya Ida Vitale, de 95 años, recibió el Premio Cervantes de Literatura 2018, que recibió a manos del los reyes, Felipe VI y Letizia Ortiz.

La escritora, encuadrada en su país en la llamada Generación del 45, ha dado siempre en su obra más protagonismo al hombre en su versión aterrizada y carnal que a la trascendente, al menos desde el punto de vista acotado de la religión. De hecho, en su precioso discurso de recepción del galardón, evocó a un Don Quijote hondamente humano: “Pocos personajes han sido, como Quijote, habitados (más que obsedidos) por lo real. Porque, aun lo que es astuta malquerencia vestida de supuestas precipitaciones mágicas, tiene detrás acciones de criaturas humanas, que pueden ser malignas y burlonas, pero siempre comprensibles, terrestres y sin inexplicables auxilios divinos”.

Alguien abre una puerta…

Con todo, lo espiritual se escapa a veces por las rendijas de su apasionada creación. Así dice su poema ‘Misterios’: “Alguien abre una puerta / y recibe el amor / en carne viva. / Alguien dormido a ciegas, / a sordas, a sabiendas, / encuentra entre su sueño, / centelleante, / un signo rastreado en vano / en la vigilia. / Entre desconocidas calles iba, / bajo cielos de luz inesperada. / Miró, vio el mar / y tuvo a quién mostrarlo. / Esperábamos algo: / y bajó la alegría, / como una escala prevenida”.

La misma sutiliza es la que se desborda en ‘Este mundo’: “Solo acepto este mundo iluminado / cierto, inconstante, mío. / Solo exalto su eterno laberinto / y su segura luz, aunque se esconda. / Despierta o entre sueños, / su grave tierra piso / y es su paciencia en mí / la que florece. / Tiene un círculo sordo, / limbo acaso, / donde a ciegas aguardo / la lluvia, el fuego / desencadenados. / A veces su luz cambia, / es el infierno; a veces, rara vez, / el paraíso. / Alguien podrá quizás / entreabrir puertas, / ver más allá / promesas, sucesiones. / Yo solo en él habito, / de él espero, / y hay suficiente asombro. / En él estoy, / me quede, / renaciera”.

María Zambrano fue la primera

Desde que se entregó por primera vez en 1976, Ida Vitale es la quinta mujer que gana el Premio Cervantes, considerado como el Nobel de Literatura en español. Sigue así la estela de María Zambrano (1988), Dulce María Loynaz (1992), Ana María Matute (1996) y Elena Poniatowska (2013).

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