Cáritas Madrid atendió en 2018 a 7.019 personas en paro

  • Han creado su cuarta empresa de inserción y han impulsado una Agencia de Colocación
  • Javier Hernando llama a “la colaboración de la sociedad, incluidos los empresarios y los políticos”

Cáritas Madrid, Programa de Empleo

Según los datos ofrecidos este jueves 25 de abril por la Encuesta de Población Activa (EPA), en el primer trimestre de 2019 se han generado 50.000 parados más, la mayor subida desde 2013, aunque también es cierto que, en el conjunto del último año, se han creado 600.000 nuevos empleos. Como no podía ser menos, estos agridulces datos han estado muy presentes en la rueda de prensa celebrada esta mañana en el Centro de Capacitación de Santa Hortensia, de Cáritas Madrid, convocada, precisamente, para presentar su campaña ‘Comprometidos por un trabajo digno’.

Mercedes Benito, subdirectora del Servicio Diocesano de Empleo, ha explicado cómo, en 2018, han atendido a 7.019 personas en su Servicio Diocesano de Empleo. Una labor que han podido acometer gracias al compromiso de 569 voluntarios y a los 1.871.146 euros destinados.

Compromiso desde Jesús

Javier Hernando, secretario general de Cáritas Madrid, ha detallado que “la realidad del paro evoca tristeza, sufrimiento o frustración, pero, como discípulos de Jesús, es algo que nos conmueve y nos cuestiona”, llamando a la acción inconformista. Para ello, ha reclamado “la colaboración de la sociedad, incluidos los empresarios y los políticos, para promover un trabajo digno en el que la persona esté en el centro, pues el trabajo nos humaniza y nos sirve para desarrollarnos como personas”.

Mercedes Benito ha desgranado cómo las 7.019 personas atendidas han participado en talleres prelaborales, siempre desde la perspectiva del “acompañamiento” y el “seguimiento personal de cada caso, para poder ofrecer un diagnóstico concreto” que ayude del mejor modo a cada uno.

Nueve puestos creados

Así, ha proseguido Benito, este año han contado con una importante novedad: “La creación de una cuarta empresa de inserción propia, Textil Empleo, destinada a tratar textiles y calzado para darles una segunda vida y después comercializarlos”. Las otras tres empresas de Cáritas Madrid son Taller 99 (de confección infantil y marroquinería), Asiscar (mensajería) y Carifood (catering y hostelería). En la última iniciativa, Textil Empleo, generaron en 2018 seis puestos de trabajo, siendo su idea que sete año haya otros tres más.

Otro proyecto nuevo ha sido la Agencia de Colocación de Cáritas Madrid, por la que han pasado 219 personas, habiendo ya más de 400 en este primer trimestre, consiguiendo que se incorporen al mercado laboral 79 de ellas.

Vidas cambiadas

Uno de los beneficiados es Ahmed El Khalinji Chentouf, que a dado las gracias a Cáritas “por ayudarme a encontrar un trabajo, como cocinero en un centro de menores, que me permite compaginarlo con el cuidado de mis hijos, algo que hasta ahora me había sido imposible”.

Un caso parecido es el de Ana Trif, que ha relatado a los medios cómo, tras diez años en Italia, adonde llegó de su Rumanía natal, quería venir a Madrid para vivir con su hermana y sus sobrinos. “Fue una mujer de la parroquia –ha contado– la que, al ver que no encontraba un trabajo, me acompañó hasta Cáritas. Gracias a ellos, que me ayudaron con un curso de manipulación de alimentos, he conseguido un puesto como indefinida en el comedor de un colegio. Tengo que compaginarlo con un segundo trabajo para tener una jornada completa, pero estoy muy contenta”.

Petición ante el 28-A

De cara a las elecciones generales del 28-A, Hernando ha pedido a los políticos “que sean capaces, desde el diálogo y la reflexión compartida, de apostar por el trabajo digno y aunar respuestas en beneficio de la persona. La clave es dejar a un lado las rivalidades, los pulsos y las tensiones, buscando el bien común”.

Benito ha desglosado cuál es el perfil de las personas atendidas en sus programas: “Tiene rostro de mujer, sufre una más difícil conciliación de la vida familiar, tiene 40 años de media (aunque la mayoría se concentran en los extremos más preocupantes, los mayores de 45 años y los menores de 25) y, cuando es inmigrante, el perder el empleo le conlleva en muchas ocasiones la retirada del permiso de trabajo, lo que supone todo un drama”.

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