“Pensad en el empuje que recibimos continuamente a vivir en un individualismo cómodo y egoísta –todos nosotros–, preocupado únicamente del propio bienestar”. Con estas palabras se ha dirigido el papa Francisco a los estudiantes de la Universidad Lateranense de Roma en una visita realizada por sorpresa hoy, 26 de marzo. “Quería venir y quería hablarles así, y la Cuaresma ha sido la ocasión para hacerlo”, ha dicho el Papa, que ha señalado que hay “un punto” que le hace “sufrir” especialmente: “nuestro invierno demográfico”.
“¿Por qué no tienes un hijo, al menos, o dos?”, ha dicho Francisco a modo de ejemplo, “No, creo que me gustaría hacer un viaje, esperaré un poco más…”. De esta manera, a ojos de Jorge Mario Bergoglio, “las parejas van adelante sin fecundidad”, a causa de “pensamiento único egoísta, vuelto hacia sí mismo y buscando únicamente la propia realización”. Por eso, dirigiéndose a los estudiantes, Francisco ha animado a pensar sobre lo que esto significa. “Pensad como este pensamiento único es salvaje… Porque, aunque parezca muy cultural, te impide hacer historia, dejar detrás de ti una historia”.
En este contexto, el Papa ha remarcado lo peligrosa que es esta “exaltación del propio yo personal o de grupo”. “Seguir al Espíritu Santo significa evitar ser quemados en el cerebro, en el corazón, en el cuerpo, en las relaciones, para abrirse a la esperanza”, dejando atrás ese pensamiento que “domina el mundo”.
Permanecer “ileso”
Ante la realidad actual, Francisco ha recordado a los jóvenes presentes que “el camino académico” que recorren “no es para que se aíslen del mundo, sino para llevarles a habitarlo con conciencia crítica y capacidad de discernimiento”. Pero, sobre todo, le Papa ha subrayado que la unión con el Evangelio y la tradición no bloquea el pensamiento, sino que “lo fortalece desde un punto de vista libre, autentico, fiel a la realidad, diría incluso sano respecto a nuestro tiempo”.
“Verse envuelto por las llamas y permanecer ileso: se puede lograr con la ayuda del Señor Jesús, el Hijo de Dios, y de la brisa del Espíritu Santo”, ha apostillado. Por eso, “incluso si vivimos en un contexto cultural dominado por el pensamiento único, que acalla y adormenta todo con su abrazo mortal quemando cada forma de creatividad y de pensamiento divergente, vosotros camináis ilesos gracias a que vuestras raíces están en Jesús y en su Evangelio, hecho actual gracias a la acción del Espíritu Santo”. Esto, a su vez, concede “una nueva perspectiva de la realidad, una diferencia cristiana que aporta novedad”.
