Durante los últimos nueve años, en México, 152 sacerdotes han sido separados de su ministerio por delitos relacionados con abusos sexuales, informó el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, quien, no obstante, dijo no tener clara la cifra de víctimas.
En su mensaje dominical y a pregunta concreta de los medios de comunicación, reveló que se ha estado reuniendo con algunos de los afectados, y esta semana continuarán los encuentros, a fin de prepararse para su participación, del 21 al 24 de febrero, en el Vaticano, en la reunión con Presidentes de Conferencias Episcopales del mundo, para hablar de la prevención de abusos a menores y adultos vulnerables.
En relación con los sacerdotes vinculados a abusos, manifestó que “algunos delincuentes sacerdotes ya están en la cárcel, otros han sido suspendidos de su ministerio sacerdotal”.
“Espero que muy pronto tengamos el conteo para hacerlo saber también a la sociedad, es deber nuestro decir cómo están las cosas en México; nosotros esperamos que después de las medidas que la Iglesia ha puesto de mayor exigencia o tolerancia cero, disminuyan los casos de delitos y también que los obispos se pongan las pilas para poner en orden estas situaciones, y como lo manda la ley, cuando nosotros recibimos una noticia de esta índole, debemos inmediatamente informar al ministerio público y éste establecerá los caminos judiciales”.
Cumbre sobre pederastia
Rogelio Cabrera recordó que dicho encuentro se dará “atendiendo a la convocatoria del papa Francisco”, por lo que pidió a los fieles y sacerdotes unirse en la oración para que, de este encuentro, salgan frutos en bien de los hermanos y de toda la Iglesia.
Comentó que como preparación al encuentro, los Presidentes de la Conferencias Episcopales del mundo debieron llenar un cuestionario sobre “cómo vemos la situación cada uno en nuestro país, y también una tarea que nos encomendó el Papa en la medida en que es posible porque este es un asunto nada sencillo, poder hablar con las víctimas de abusos de clérigos”.
“Tenemos obligación todos los obispos de México de dialogar, entender y superar, y castigar todo aquello que vaya en contra de menores o adultos vulnerables”, añadió.
Un llamado a la unidad y el respeto
Por otro lado, se refirió a la reciente visita del papa Francisco a Emiratos Árabes Unidos, respecto a la cual, afirmó: “junto a su matiz histórico, es un claro ejemplo de la forma en cómo debemos hacer vida la Palabra de Dios: en la unidad y en el respeto”.
Consideró que para lograr un paz duradera y estable, es necesario aprender a escuchar los diversos puntos de vista que existan, y disponernos a trabajar, con apertura, para encontrar lo que tenemos en común, lo cual, una vez valorado y asumido, nos llevará a una convivencia pacífica y fructífera.
“Como cristianos, debemos seguir las enseñanzas del Señor, que pide que todos seamos uno (Cf. Jn 17,21) y que dejemos atrás los errores que, por los vacíos humanos, se han cometido”, añadió.
Día del amor y la amistad
El Presidente de la CEM recordó que el próximo 14 de febrero, Día del amor y la amistad (en México), puede ser un buen motivo para reflexionar convirtiendo esa fecha, “no sólo en un día festivo de intercambio de regalos, sino en la oportunidad de comprometernos para renovar nuestro afecto a quienes nos son cercanos, y la disposición de ir en busca de aquellos que están alejados, de quienes se sienten abandonados por la sociedad”.
Mucho es lo que podemos hacer por nuestro prójimo –expresó- por lo que debemos luchar como lo dijo el Santo Padre en Abu Dhabi el 4 de febrero pasado: “contra el enemigo de la fraternidad: el individualismo (…) No hay alternativa: o construimos el futuro juntos o no habrá futuro”.
