Ante una Plaza de San Pedro llena de fieles –“parece una canonización”, bromeaba el Papa–, Francisco ha presidido el primer ángelus del año felicitando este nuevo tiempo con la oración del libro de los ‘Números’ empleada en la liturgia del día, dedicada a la Santa Madre de Dios y que el propio Francisco acababa de presidir en la basílica vaticana. María, ha señalado el pontífice, “bendice el camino de cada hombre y de cada mujer en este año que comienza, y eso será bueno precisamente en la medida en que cada uno haya aceptado la bondad de Dios que Jesús vino a traer al mundo”. Además, el pontífice empleó el texto como bendición tras la oración del ángelus.
A partir del mensaje de la Navidad, en la que Dios hace visible su rostro en Jesús como “salvador del mundo”, “Él es la Bendición para cada persona y para toda la familia humana. Él es la fuente de la gracia, de la misericordia y de la paz”.
Artesanos de la paz
Recordando que la Iglesia celebra el 1 de enero la Jornada Mundial de la Paz, instaurada hace 52 años por el papa Pablo VI. Este año el lema “La buena política está al servicio de la paz” es, para Francisco, una llamada a la responsabilidad: “No creamos que la política está reservada sólo a los gobernantes, todos somos responsables de la vida de la ‘ciudad’, del bien común y la política es también buena en la medida en que cada uno pone su parte al servicio de la paz”.
Una paz que se construye “desde la casa, en la familia” y en la que la Iglesia está empeñada. Por eso Francisco ha expresado su “aprecio y cercanía a las innumerables iniciativas de oración y compromiso por la paz que se están llevando a cabo en este día en todas partes del mundo, promovidas por las comunidades eclesiales” como la de la Comunidad de San Egidio que pide la paz para todas las tierras. “Por la intercesión de la Virgen María, que el Señor nos conceda ser artesanos de la paz cada día del Año Nuevo”, concluyó felicitando de nuevo el año.
