El papa Francisco ha continuado con su serie de catequesis sobre la oración del Padrenuestro en la audiencia general que presidió este miércoles, 12 de diciembre, en el Aula Pablo VI del Vaticano. El Pontífice consideró que esta oración “breve y audaz” tiene sus raíces en la “realidad concreta” del hombre.
“Por ejemplo, nos hace pedir el pan, el pan cotidiano. Es una petición sencilla pero esencial, que dice que la fe no es una cuestión ‘decorativa’, separada de la vida, que interviene cuando han sido satisfechas todas las otras necesidades”, dijo Jorge Mario Bergoglio, destacando en cambio que la oración comienza con la propia vida. “No inicia en la existencia humana después de que el estómago esté lleno, sino que anida donde hay un hombre que tiene hambre, que llora, que lucha, que sufre y que se pregunta ‘por qué’”.
El llanto del bebé es el primer rezo
El Papa aseguró que, en cierto sentido, la oración inicial del ser humano es el llanto que acompaña a la primera respiración tras el nacimiento. En ese momento el recién nacido “anuncia el destino de toda nuestra vida: nuestra continua hambre, nuestra continua sed, nuestra búsqueda de felicidad”.
Jesús, destacó Francisco, no quiere que la oración sea para los católicos “una evasión, sino un presentarle al Padre cada sufrimiento e inquietud. Que tengamos la osadía de convertirla en una invocación gritada con fe”.
Saludo a los mexicanos por Guadalupe
Tras recordar el ejemplo bíblico del ciego Bartimeo que gracias a sus perseverantes rezos obtuvo el milagro de recuperar la vista, el Pontífice subrayó que la oración “no solo precede la salvación, sino que ya la contiene, porque libra de la desesperación de creer que las situaciones insoportables no se pueden resolver”.
En sus saludos en las distintas lenguas al final de la catequesis, el Papa dedicó unas palabras especiales a los peregrinos latinoamericanos y mexicanos porque este miércoles se celebra el día de Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de América. Deseó que la ‘guadalupana’ “nos ayude a entregarnos al amor providente de Dios y a poner en Él toda nuestra esperanza”. Como ya es tradición en su pontificado, Francisco celebrará esta tarde una misa en honor de la Virgen de Guadalupe en la basílica de San Pedro.