Francisco: “Nadie debe sentirse extraño en un santuario”

  • El Papa ha recibido a los participantes en el I Congreso Internacional de Rectores y Operadores de Santuarios
  • “Estos son lugares privilegiados para experimentar una misericordia que no conoce fronteras”

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“¡Cuánto necesitamos los Santuarios en el camino diario que hace la Iglesia!”. Con estas palabras ha comenzado el Papa hoy, 29 de noviembre, su discurso a los participantes en el I Congreso Internacional de Rectores y Operadores de Santuarios.

Bergoglio ha presentado los santuarios como “lugares privilegiados para experimentar una misericordia que no conoce fronteras”, motivo por el cual en ellos “nadie debe sentirse como un extraño, especialmente cuando viene a nosotros con el peso de su propio pecado”. Y es que, “cuando se vive la misericordia”, esta experiencia se convierte en una forma “de evangelización real”, ya que “transforma” a los que la han recibido “en testigos de misericordia”.

Francisco ha remarcado en su discurso la “importancia de la hospitalidad reservada para los peregrinos”, sobre todo aquellos que no llegan en grupos organizados. “Es triste cuando sucede que, a su llegada, no hay nadie que les dé una palabra de bienvenida”, ha señalado el Papa, sobre todo teniendo en cuenta que han “realizado un viaje, a menudo largo, para llegar al santuario”.

Acoger a los peregrinos

Por este motivo, ha animado a los presentes a no prestar tanta atención “a las necesidades materiales y financieras”, que a menudo hacen olvidar que “la realidad más importante son los peregrinos”. “Hacia cada uno de ellos debemos tener cuidado de asegurarnos de que se sienta como en casa, tratarlos como a un familiar muy esperado que finalmente ha llegado”, ha añadido.

Francisco ha considerado también que “muchas personas” visitan los santuarios “porque esto pertenece a la tradición local o porque sus obras de arte son una atracción”, y ha señalado que estas personas, “cuando son bienvenidas”, están “predispuestas a abrir sus corazones”. Así, “un clima de amistad es una semilla fértil que nuestros santuarios pueden arrojar al suelo de los peregrinos”, lo que permite a los que llegan a estos lugares “redescubrir esa confianza en la Iglesia que a veces puede haber sido decepcionada por la indiferencia recibida”.

Por otra parte, Francisco ha recordado que estos lugares son aquellos a los que la gente acude “para expresar su fe”, muchas veces “de acuerdo con las diversas tradiciones que se han aprendido desde la infancia”. Esta característica hace que los santuarios sean “en muchos sentidos, insustituibles”, ya que “mantienen viva la piedad popular”, enriqueciéndola con una formación catequética “que sostiene y refuerza la fe y nutre al mismo tiempo el testimonio de caridad”.

Lugares para la oración

Sobre la oración en los santuarios, Bergoglio ha subrayado que “permite que cualquier persona presente en el Santuario se sienta parte de una comunidad más grande que desde todas las partes de la tierra profesa la única fe, es testigo del mismo amor y vive la misma esperanza”.

“Además”, ha afirmado, los santuarios están “llamados a alimentar la oración del peregrino individual en el silencio de su corazón”. “Muchos vienen al santuario porque necesitan recibir una gracia, y luego regresan para agradecer el haberla experimentado”, ha dicho. “Esta oración hace que los santuarios sean lugares fértiles, porque la piedad de las personas siempre se nutre y crece en el conocimiento del amor de Dios”, subrayó.

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