Al menos 25 personas han muerto y 35 han resultado heridas hoy, 23 de noviembre, por una explosión a la entrada de un seminario religioso en Hangu, Pakistán, según han informado fuentes de los servicios de seguridad a la cadena de televisión local Geo. Las autoridades han explicado que los heridos han sido trasladados a un hospital.
Las fuerzas de seguridad del país han acordonado la zona de la explosión y han puesto en marcha una investigación para aclarar lo sucedido. A principios de semana la policía pakistaní advertía a los líderes e instituciones cristianas en el país, por medio de un comunicado oficial, de posibles ataques terroristas en relación a la absolución de Asia Bibi.
Un obispo emérito de Francia, condenado a 8 meses de prisión por encubrir abusos
El obispo de Orléans, André Fort, de 83 años, ha sido condenado a 8 meses de prisión por no haber informado al Tribunal de la ciudad de las agresiones sexuales a menores que conocía, llevadas a cabo por el entonces vicario general, Pierre de Castelet. Así lo ha confirmado el diario católico francés La Croix, añadiendo que en 1993 De Castelet abusó de una docena de niños durante un campamento de verano del Movimiento Eucarístico Juvenil del cual fue director.
La Justicia ha condenado a De Castelet a tres años de prisión y uno de suspensión. Sin embargo, el Tribunal no ha emitido aun una orden de arresto. Tampoco Fort entrará en prisión que, por su parte, no se presentó a la audiencia debido a su delicado estado de salud siendo representado por su abogado después de presentar un certificado médico.
El obispo copto señala que en Egipto “la libertad religiosa solo está garantizada en el papel”
Botros Fahim Hanna, obispo copto de Minya (Egipto) ha dicho a Il Messaggero que en su país “la libertad religiosa sigue siendo unidireccional: para un cristiano que se convierte al islam, el camino está nivelado, pero para un musulmán que quiere convertirse al cristianismo o al judaísmo, ese no es el caso. Es una libertad garantizada solo en papel”.
Hanna explica que la comunidad copta “vive constantemente con miedo”, por lo que, quienes tenían posibilidades económicas, han emigrado. Sin embargo, “la mayor parte resiste, y probablemente este sufrimiento haga más fuerte a las personas”. En cuanto a si se sienten abandonados de parte de la comunidad internacional, señala que “es necesaria más solidaridad humana”.
Con respecto a Al Sisi y su labor con las distintas religiones en el país, apunta que “hace lo que esperamos de un jefe de Gobierno”. Por ejemplo, “fue el primer presidente que en la noche de Navidad vino a disculparse por lo sucedido, por las masacres en las iglesias”. Además, “cuando Al Sisi habla de ciudadanos, respeta a todos y no hace ninguna diferencia entre musulmanes o cristianos”. Por otro lado, reconoce que el papel de Al Alzhar es más difícil: “a medida que la autoridad islámica continúa descartando textos que no están a favor del diálogo y la relación con el otro, hay pensamientos fanáticos que alimentan la mentalidad de rechazo del cristiano”.
