Los migrantes concentrados en la Ciudad de México rechazan el empleo temporal y continúan hacia Estados Unidos

  • A la capital del país ya han llegado casi 5.000 migrantes provenientes de Honduras
  • La Iglesia continúa alerta para atender dos caravanas más que en este momento se encuentran en el estado de Chiapas

La mayoría de los integrantes del llamado éxodo centroamericano que partió el pasado 13 de octubre desde Honduras, rumbo a Estados Unidos, ha rechazado la propuesta de refugio y empleo temporal que ofrece el gobierno mexicano. Su meta es clara: alcanzar la ‘tierra prometida’.

Las autoridades locales señalan que actualmente hay casi cinco mil migrantes centroamericanos en la Ciudad de México, concentrados en el Estadio Jesús Martínez “Palillo” de la Magdalena Mixhuca. A dichas personas, de acuerdo con un comunicado de la Secretaría de Gobernación, se les ha brindado orientación sobre los requisitos de ley para permanecer de forma ordenada y segura en México, y de esta manera contar con las medidas de protección que otorga el Estado.

Sin embargo, según la dependencia, la mayoría de los migrantes declinó adherirse a este programa de “carácter temporal” del gobierno, el cual les permitiría permanecer en territorio nacional y acceder a los servicios médicos, educativos e, incluso, a un empleo temporal.

Vienen más migrantes

En tanto, la Iglesia católica en México continúa alerta ante la llegada de más migrantes, quienes se encuentran divididos en dos contingentes que en este momento se encuentran todavía en el estado sureño de Chiapas.

En entrevista para Vida Nueva, el encargado de la Pastoral de Emergencias de la Diócesis de Valle de Chalco, padre Raúl Martínez, explicó que esta Iglesia local es el paso obligado de los migrantes que se dirigen hacia la Ciudad de México, a unos 30 kilómetros de distancia, por lo que ha sido una de las Iglesias más activas en la atención al éxodo.

Explicó que el pasado 5 de noviembre, Valle de Chalco atendió a una gran cantidad de los migrantes que hoy se encuentran en la Magdalena Mixhuca, a quienes proporcionaron comida caliente, asistencia médica y ropa, en carpas instaladas en el estacionamiento de un centro comercial en la localidad de Ixtapaluca.

El sacerdote asegura que existe una muy buena comunicación entre los responsables diocesanos de Movilidad Humana, por lo que, en la medida en que la caravana avanza, se puede prever la ruta a seguir, así como las condiciones en las que se viajan los migrantes, y, de esta manera, preparar lo que se necesita para su atención.

“Como resultado de la comunicación –añade– supimos que los migrantes venían de Veracruz a la Ciudad de México a través de ride o caminando. Fue entonces que iniciamos la instalación de un comedor comunitario”.

El padre Martínez detalló que los migrantes se encuentran muy cansados, y algunos de ellos han contraído enfermedades respiratorias; esa fue la razón por lo que la diócesis determinó facilitarles transporte para que pudieran llegar hasta el estadio de la Magdalena Mixhuca, el pasado fin de semana.

La emergencia continúa

Explicó que si bien la primera caravana ya se encuentra en la capital, se prevé que dentro de unos siete días arribe a Valle de Chalco otro grupo de migrantes que en este momento se encuentran entre Chiapas y Oaxaca, así como otro más que apenas está entrando al municipio de Tapachula.

El sacerdote destacó que la respuesta de los católicos ante esta emergencia humanitaria ha sido muy buena, e hizo un llamado a no juzgar: “un migrante no es delincuente, no roba, sino que es una persona que está buscándole sentido a su vida con ganas de encontrar un espacio para vivir; esperamos que los mexicanos se den la oportunidad de hablar con ellos y vean que son gente muy agradecida con México”.

“Invito a todos los católicos a sumarse a la ayuda, y a no olvidar que todos somos peregrinos, que estamos de paso en este mundo, y todos tenemos derecho a vivir donde mejor nos plazca”, concluyó.

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