El arzobispo de Agrigento, Francesco Montenegro, fue testigo hace cinco años de la visita del Papa a Lampedusa. Hoy, Bergoglio ha tenido presente este aniversario en la misa celebrada en San Pedro. Montenegro ha recordado aquella visita con estas palabras que ha declarado a Vatican Insider: “Fue una sorpresa para todos, pero con el tiempo nos hemos dado de que la sorpresa se ha convertido en una toma de conciencia en cuanto a los valores de la hospitalidad y la dignidad humana”.
“El Papa ha podido observar la realidad del sufrimiento como pastor y ha podido ver una de las mayores heridas de la humanidad de hoy en día. Él leyó la historia y entendió que no son personas en movimiento, sino pueblos”, ha indicado Montenegro.
Preguntado por la situación actual de Lampedusa, el cardenal ha señalado que ahora no hay tantos desembarcos como antes, pero que la isla es un símbolo para miles de inmigrantes porque esa fue la primera tierra europea que pisaron: “Cuando me encuentro con jóvenes africanos, incluso fuera de Italia, me dicen que les dé las gracias a la gente de Lampedusa porque están vivos gracias a ellos”.
“Soy cardenal porque el Papa no puede venir a Iraq aún”, ha declarado Sako
El patriarca católico iraquí, Louis Raphaël I Sako fue entrevistado por el programa ‘Soul’ de TV2000, donde declaró que su reciente nombramiento como cardenal por el Papa fue porque “Francisco quería estar cerca de los cristianos iraquíes con su amistad y oración, creando un puente entre la Iglesia iraquí y la Santa Sede”.
“No todos los musulmanes son fanáticos, no debemos generalizar, además por naturaleza los iraquíes son moderados, hemos vivido 35 años en un régimen laico. Pero los estadounidenses abrieron las fronteras y todos estos fundamentalistas vinieron de Jordania, Egipto, Yemen y Arabia Saudita”, señaló el cardenal y añadió: “Nunca he tenido miedo, ni siquiera cuando hablé con miembros del ISIS para hacer negociaciones y logré salvar a mucha gente”.
Cáritas Italia: “Menos protección significa crear miles de irregulares”
Oliviero Forti, gerente de inmigración de Cáritas Italia, ha criticado la directiva del ministro Salvini, enviada a los responsables de seguridad y presidentes de las comisiones que examinan las solicitud de asilo: “Sabemos que con la negativa de concederles el asilo no van a volver a sus casas, porque Italia no tiene acuerdos con los países de origen. Así que la idea de que estas personas salgan de Italia después de una orden de deportación o devolución forzada es, por lo tanto, remota”.
Italia será más estricta en la concesión de asilo por razones humanitarias y penalizará especialmente a mujeres y niños. “La disminución de las oportunidades para que las personas más vulnerables obtengan protección humanitaria va a significar tener más personas irregulares en nuestro territorio. Con este decreto ministerial se van a crear miles de personas irregulares”, señaló Forti.
