Discreto. Centrado en su trabajo de puertas para adentro. Tanto es así que apenas se le ha visto en actos públicos en Roma desde que fuera elegido prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Es la impronta de Luis Francisco Ladaria, que dista mucho del perfil mediático mostrado antes, durante y después de su mandato por su predecesor, Gerhard Ludwig Müller.
Por eso había mucha expectación por escuchar la intervención del jesuita español el pasado miércoles en la Pontificia Universidad Gregoriana, durante la presentación del libro “La teología fundamental del Papa Francisco”, que incluye artículos de nueve profesores del centro académico vaticano.
El respeto, admiración y cariño tanto del claustro como del alumnado de la Gregoriana es tal que cuando la profesora Michelina Tenace le presentó, fue ovacionado por los presentes. “Mis compromisos actuales desafortunadamente no me permiten dedicar demasiado tiempo a la teología”, lamentó.
La necesidad de avanzar
“La Iglesia y el magisterio de Francisco abordan la fe como un nuevo impulso del Espíritu, en la medida en que no puede cerrarse, sino que por el contrario siempre ve necesario avanzar. Por tanto, será necesario profundizar en nuestra fe, y ahí Dios siempre aparecerá más grande y misterioso. Cuanto más conocemos su grandeza, más nos acercamos a su misterio”, explicó Ladaria en una defensa de la reforma iniciada por el Papa Francisco.
“Si la teología tiene sentido es porque nos permite entrar en el corazón de Dios”, añadió para detallar que “el camino de Francisco es intuitivo más que explicativo, inductivo más que deductivo, fiel a la enseñanza de la tradición y al presente, a nuestros contemporáneos”.
En esta misma línea, el prefecto recordó que “la fe nace en la oración, de las relaciones con los demás y de la comunión en la Iglesia. Y la teología se pone de rodillas, como explica Francisco”. A partir de ahí se manejo con la misma soltura tanto para citar al Papa argentino como para destacar algunas reflexiones de Benedicto XVI –“el teólogo no es el sujeto de la teología”-.
