María, un personaje ignorado en el imaginario colectivo judío

  • En María emergen las distancias entre el mundo cristiano y el judío
  • Las actitudes de rechazo hacia el propio Jesús se extienden a sus discípulos, apóstoles y familiares

La danza de Miriam hermana de Moisés, Marc Chagall

Estas breves notas seguramente decepcionarán a quien busca una atención especial del judaísmo en lo relacionado con María, pero la raíz del problema es que precisamente en María emergen las distancias y las incompatibilidades entre los dos mundos.

La mesianidad y la divinidad de Jesús son rechazadas por el judaísmo, y esto constituye uno de los puntos fundamentales de diferencia entre la fe judía y la cristiana. El resultado fue, en la historia y en la cultura judía, un desapego de la figura de Jesús, que se ha expresado de varias formas. El judaísmo ha ignorado a Jesús desde siempre; en otras ocasiones, lo ha evitado; cuando el judaísmo se debe medir con el problema, esto puede darse en el contexto de polémicas aprendidas o en formas duras de contraposición; solo en los últimos siglos ha habido por parte de algunos estudiosos algún intento de recuperación de su doctrina, entendida como doctrina judía, sin aceptar aún así los puntos de fe que constituyen la esencia del cristianismo.

Estas actitudes respecto a Jesús se extienden también de diferentes maneras al círculo de sus discípulos y apóstoles y a sus familiares, en primer lugar a la madre María. Por tanto, no deberá sorprender si en el imaginario colectivo judío el personaje de María sea sustancial y prevalentemente ignorado. No hay solo una falta de interés, sino que emerge aún más la diferencia doctrinal.

Aquello que sobre todo en el campo católico caracteriza el culto de María como madre de Dios y madre sufriente, aparece extraño e incompatible. A veces la alternativa al desapego no es el interés y el compartir, como podría suceder por los aspectos doctrinales de la predicación de Jesús, sino la contraposición y el ataque a la figura misma. Esto se verifica en formas definibles populares y constituye, aun así, un nicho marginal. El modo con el que este tema se desarrolla, por algunos versos contradictorio, representa un interesante campo de estudio, ciertamente de tipo histórico, difícilmente de tipo dialógico. (…)

Modelo de personajes bíblicos femeninos

El cuadro de la relación judía con María debe ser integrada por otras dos series de consideraciones. La primera es que la imagen de María, como se configura en la tradición cristiana, está estrechamente unida a orígenes judíos. Bíblicos en primer lugar: el modelo de personajes bíblicos femeninos, de Raquel mujer de Jacob que da a luz de viaje, a Miriam hermana de Moisés, de la cual toma el nombre, a la mujer de Manoa y madre de Sansón, cuya historia prefigura la escena de la Anunciación, a Ana madre de Samuel, cuya historia antes y después del nacimiento del hijo inspiran algunos momentos de María, y cuya oración de gratitud se convierte en modelo del Magnificat; al elogio de la mujer virtuosa en el último capítulo de Proverbios, algunas de cuyas características se encuentran en María. (…)

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