Tribuna

Operación Montero: llevar la palabra del Concilio a la Iglesia española

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Nos obsesionaba a varios la dispersión de fuerzas que observábamos en la Iglesia de entonces y la necesidad perentoria de sumar energías especialmente en la expansión del mensaje cristiano. Circulaban en aquellos momentos por los ambientes más despiertos del catolicismo español el mensaje y la voz del famoso jesuita italiano padre Ricardo Lombardi -a quien después conoceríamos y trataríamos mucho-, impulsor del Movimiento por un mundo mejor, que cifraba la renovación de la Iglesia en lo que él llamaba “ascética de la unidad” y hoy denominamos espiritualidad de comunión. Digamos sin énfasis que ese fue el carisma fundacional de PPC tanto hacia dentro del grupo como en nuestra colaboración con otras instituciones o movimientos de la Iglesia.



Muy lejos nosotros de remedar semejantes ambiciones, auspiciábamos una revista de Iglesia y de calle para clérigos y laicos, confesional sin disimulos, bajo la libre responsabilidad de sus editores. Un instrumento de información sobre la Iglesia en el mundo como ayuda constructiva a la formación integral de los católicos y a la opinión pública en la Iglesia. El director de Vida Nueva y su equipo de colaboradores, de los que hablaremos enseguida, cuidaron de conseguir en los primeros años el paso desde una revista eclesiástica de información religiosa al de una de información sobre la Iglesia.

Puedo y debo afirmar con tanta modestia como verdad, que ninguna otra institución o persona hizo, en mi opinión, tanto como PPC por llevar la palabra del Concilio, caliente todavía del horno, a la comunidad católica y a la sociedad española en general.