Tribuna

La belleza violada

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Mi capacidad de sorpresa sigue ahí, y para bien porque me dice que, a ciertas realidades, no me voy a acostumbrar nunca. Cuando me llegó la noticia de que Marko Rupnik, había pasado a engrosar las filas de los acusados como abusadores sin escrúpulos reconozco que me sentí herida.



No conozco a Rupnik de nada. Muchas personas de las que me conocen podrán decir que he mantenido desde siempre que su expresión artística no me gusta porque no es mi estilo, aunque reconozco el valor que tiene y respeto que a muchas personas les sirva como vía para trascender hacia la Belleza.

Alcance europeo

Hace ya un tiempo visité la Capilla del Santísimo en la Catedral de La Almudena; también, por pura casualidad pude echar un vistazo a la Capilla de la Conferencia Episcopal Española, con un mosaico firmado por él; y, sin ir más lejos, mi propia diócesis tiene una capilla, la Capilla Santa María Madre de la Iglesia, que pertenece a una parroquia, decorada por Rupnik. Además sus obras se extienden desde el Vaticano, hasta casi todos los países, al menos europeos.

Un recorrido por la Historia del Arte nos muestra que Rupnik no es el único artista pervertido de la historia, ya que los ha habido en todas las disciplinas y sus obras llenan museos y son admiradas. Sin embargo, en Rupnick se da un plus que sí debería hacernos pensar.

Catequesis de color

Rupnik no es un decorador de iglesias y capillas. Él es una artista que, con su arte -según decía- estaba convencido de transmitir la fe. Él hacía del arte una catequesis de color, luz, materiales de todas las partes del mundo donde se mezclaba lo más rico con lo más pobre, donde las imágenes toman forma a partir de pequeñas teselas unidas una a una en un mosaico que es un alarde de paciencia y creatividad.

Al releer la homilía en la que el propio Rupnik explicaba el mosaico de la capilla de mi diócesis, solo he podido pensar cómo es posible que, a la vez que se crea tanta belleza, sea posible violar a la Belleza. ¿Qué mente pervertida o sumida en tal grado de enfermedad es capaz de hacer algo así?

Al matadero

Porque lo que Rupnik ha hecho -como tantos otros- se lo ha hecho a personas, a seres humanos creados a imagen y semejanza de Dios. Entonces, ¿acaso no ha violado a la Belleza a la que quería llevar a otros a través de su belleza? Dios está en las víctimas porque, ese Jesucristo al que tantas veces ha representado este abusador fue la Víctima por excelencia. El Cordero de Dios llevado al matadero por quienes actuaban, precisamente, en nombre de Dios. A Dios se lo ama y se lo mata en todo lo que vive. Lástima que Rupnik no pensara en esto.

Rupnik no puede confesar, no puede acompañar espiritualmente a nadie, ni dar ejercicios espirituales, ni tener ninguna actividad pública. Es evidente que, a partir de ahora, tampoco volverá a utilizar su arte como catequesis. Y la pregunta casi se formula sola, ¿qué hacemos con todas sus expresiones artísticas? Su arte se identifica solo. Ver una tesela y no pensar en Rupnik es casi imposible.

Escuchar a las víctimas

El “caso de Rupnik” ha prescrito según la ley. Sabemos que las víctimas, sobre todo, quieren ser reconocidas como tales, escuchadas, creídas, y que se les haga justicia. En este caso parece ser que así ha sido, sin embargo, ¿eso es todo?  Por desgracia Rupnik es uno más en la larga y, todavía, incompleta lista de abusadores en la Iglesia. Rupnik se amaba sobre todo a sí mismo, se amaba en su arte y en lo que lo rodeaba. Ya nunca más volverá a poder hacerlo.

Su obra lo sobrevivirá y no, no voy a decir que deba ser destruida porque nadie en su sano juicio destruiría una obra de arte, pero no estaría mal que, junto a sus obras, en los folletos explicativos de las mismas, en los libros en los que se estudie, se ponga una nota que diga que fue acusado por varias religiosas de haber abusado de ellas sexual y espiritualmente, investigada la acusación, apartado de toda actividad pastoral y presencia pública por la Compañía de Jesús, y no condenado por el Dicasterio de Doctrina de la Fe porque el delito ya había prescrito.

Esto con la esperanza de que alguien, en algún momento pregunte: Pero, ¿esto es, ha sido, o fue, moralmente admitido? Habrá que ir pensando la respuesta para que sea convincente. Aunque ya sea tarde.

NB: No voy a cansarme de repetir que, por favor, y de forma urgente, en seminarios y congregaciones religiosas se priorice la formación psico-afectivo-sexual y la Inteligencia Emocional. Ampliable a la formación permanente.