Queridos amigos. En mi patria, Argentina, hay un baile que amo mucho, uno en el que participé a menudo cuando era joven: el tango. Tango es un maravilloso juego libre entre hombre y mujer, lleno de encanto y atracción erótica. Los bailarines y bailarinas se cortejan y experimentan la cercanía y la distancia, la sensualidad, la atención, la disciplina y la dignidad. Se regocijan en el amor y comprenden lo que podría significar entregarse a alguien por completo.
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Tal vez por el recuerdo lejano de esta danza, he llamado a mi gran exhortación apostólica sobre el matrimonio ‘Amoris laetitia’: la alegría del amor. Siempre me conmueve ver a jóvenes que se aman y tienen el coraje de transformar su amor en algo grande: “Quiero amarte hasta que la muerte nos separe”. ¡Qué promesa tan extraordinaria!
No estoy ciego
Por supuesto, yo no estoy ciego, y tú tampoco. ¿Cuántos matrimonios fracasan hoy después de tres, cinco, siete años? Tal vez tus padres también comenzaron el sacramento del matrimonio con esa misma valentía, pero no pudieron llevar su amor a la plenitud. ¿No sería mejor, entonces, evitar el dolor, tocarse solo como en un baile pasajero, gozar el uno del otro, jugar juntos y luego irse? ¡No te lo creas! Cree en el amor, cree en Dios y cree que eres capaz de emprender la aventura de un amor que dure toda la vida.
El amor quiere ser permanente. “Hasta nuevo aviso” no es amor. Los seres humanos tenemos el deseo de ser aceptados sin reservas, y aquellos que no tienen esta experiencia, a menudo sin saberlo, llevan una herida por el resto de sus vidas. En cambio, los que entran en una unión no pierden nada, sino que lo ganan todo: la vida en su plenitud.
La Sagrada Escritura es muy clara: “Por eso el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer, y son una sola carne” (Génesis 2:24). ¡Una sola carne! Jesús lleva todo esto a su culminación: “Así que ya no son dos, sino una sola carne” (Mc 10:8). Un solo cuerpo. Una sola vivienda. Una sola vida. Una sola familia. Un solo amor.
Ayudarles a construir una base
Con el fin de ayudarles a construir una base para su relación basada en el amor fiel de Dios, he hecho un llamamiento a toda la Iglesia para que haga mucho más por ustedes. No podemos seguir como antes: muchos solo ven el hermoso ritual. Y luego, después de algunos años, se separan. La fe es destruida. Se abren heridas. A menudo hay niños a los que les falta un padre o una madre.
Para mí, eso es como bailar mal el tango. El tango es un baile que hay que aprender. Esto es aún más cierto cuando se trata del matrimonio y la familia. Antes de recibir el sacramento del matrimonio, es necesaria una preparación adecuada. Un catecumenado, me atrevería a decir, porque toda la vida transcurre en el amor, y el amor no es algo que deba tomarse a la ligera.
Tal vez la palabra catecumenado no signifique nada para ti. En la Iglesia primitiva, cualquiera que quisiera convertirse en cristiano tenía que pasar por lo que se llama un “catecumenado”, un camino de aprendizaje y confirmación personal que a menudo duraba varios años. Siempre he soñado con una formación similar para el sacramento del matrimonio: podría salvaros de la decepción, de los matrimonios inválidos o inestables.
¡Lo han logrado!
¡Qué emocionado estaba al ver que YOUCAT aceptó mi sugerencia! Cuando escuché hablar por primera vez sobre este proyecto hace años y me enteré de que jóvenes católicos de 30 países estaban participando, le pedí al equipo que leyera ‘Amoris laetitia’ y lo tradujera a un lenguaje juvenil. ¡Ahora veo que lo han logrado!
Este libro es un compañero ideal en el camino hacia el sacramento del matrimonio. Habla de la alegría del amor de una manera atractiva y positiva, pero no ignora los obstáculos en el camino hacia una vida compartida exitosa. Tómalo como lectura básica para cualquier tipo de preparación al matrimonio que sea merecedora del título de catecumenado matrimonial.
¡Participa absolutamente en los cursos de preparación para el matrimonio! Cuanto más exigentes sean, mejor. Discutan este libro en pareja o con otras parejas de las que sean amigos. Como escribí en ‘Amoris Laetitia’: “En el amor joven, el baile, paso a paso, una danza hacia la esperanza con ojos llenos de asombro, no debe detenerse”. Suyo, Papa Francisco.
Prólogo escrito por el papa Francisco para el libro ‘Youcat. Amor para siempre’, de la Fundación YOUCAT, perteneciente a Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN). El volumen aún no ha visto la luz (será publicado por Editorial Verbo Divino para América Latina y por Ediciones Encuentro para España), pero el texto papal se ha dado a conocer tras la muerte de Bergoglio. La Fundación YOUCAT cede a Vida Nueva a versión íntegra en español para su reproducción por este medio.