Tribuna

Institutos seculares: hagamos lío sinodal

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El lema de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada nos remite al tema del próximo Sínodo de los Obispos. Desde el punto de vista del miembro de un Instituto Secular, este caminar juntos no solamente se refiere a la Iglesia ad intra, sino también, y sobre todo ad extra, pues somos Iglesia y de la Iglesia. Como decía san Pablo VI, somos el “laboratorio experimental en el que la Iglesia verifica las modalidades concretas de sus relaciones con el mundo”.



Es, pues, una manera nueva de presentarnos al mundo y a la sociedad. En esta realidad de la que formamos parte somos inserción y presencia de la Iglesia en los ambientes más diversos y, a veces, alejados de lo sagrado. Estamos llamados a ser misterio de encarnación e inculturación en esos ambientes, somos portadores de la semilla del Reino, somos luz que alumbra las oscuridades, somos esa levadura que transforma la masa.

Caminar con otros

La profesión, como dice nuestro fundador, Avelino López de Castro, es “lugar privilegiado de santificación y apostolado, porque en él transcurrimos gran parte de nuestra vida y porque es esencial en la estructura social”, y esa es la realidad de cada día para muchos consagrados seculares. En nuestro vivir y quehacer profesional se hace realidad lo que dice un proverbio africano: “Si vamos solos, vamos más rápido, si vamos juntos vamos más lejos”.

El caminar con otros y junto a otros es la constatación de que no transitamos por sendas paralelas, sino por un mismo camino y en este camino debemos ser capaces de detenernos para esperar al que circula circunstancialmente por él o a aquel que lo recorre todos los días a nuestro lado, dispuestos a escuchar y a tomar la palabra en aquellas circunstancias en que hay que señalar aquello que debe ser lo adecuado en un camino común aunque suponga un obstáculo en nuestro camino personal.

Este necesitar de los otros, este caminar con los otros y junto a los otros es, sin duda, un entrenamiento intensivo para la sinodalidad, que nos permite aportar, dentro de nuestras Iglesias locales una manera de participar que tiene en cuenta a todos nuestros compañeros de camino.

Un buen equipo

En CEDIS regional de Salamanca muchos han sido los que han participado con nosotros y se sorprenden y comentan: “Parecéis del mismo Instituto”. Es un cumplido y también una responsabilidad, el saber mantener ese aspecto de nuestra consagración que es común. Y ese respeto, afecto, es lo que nos permite caminar con y junto a… respetando la diversidad y cultivando la comunión.

Este ejercicio de sinodalidad se extiende a la nueva delegación de Pastoral Universitaria, formado por un grupo de jóvenes y de consagrados no tan jóvenes, que, aceptando la diversidad, respetándonos, escuchándonos, conformamos un equipo que no es la suma de las individualidades sino el vector resultante de la búsqueda de un camino común en la realización de la misión encomendada.

“Hagamos lío” recorriendo juntos este camino.

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