Noticias religiosas de última hora


Tribuna

Haciendo eco… con la creatividad

Compartir

“No es oro todo lo que reluce, ni toda la gente errante anda perdida” (Tolkien, J. R. R., 2017, pág. 231)



Ya estamos en el ante último mes del año calendario, seguramente quienes hayan vivido un tiempo de descanso vuelven al trabajo con nuevas energías y con ideas que quieren ser novedosas. Quizás en otras latitudes, se esté mirando a los meses por venir, como ese tiempo para recuperar fuerzas y pensar nuevas cosas que nos ayuden a recrear todos los espacios. Tal vez, algunas localidades comienzan a adornarse con signos festivos de la ya cercana Natividad… Y ahí los ayuntamientos, comunidades, personas están pensando cómo hacer algo distinto o novedoso para que todo brille de una manera diferente a los años anteriores. Muy a menudo cuando vivimos estas experiencias tan humanas, por momentos surge esa sensación de estar como perdidos, desorientados porque no encontramos algo novedoso.

En la fe cristiana, frecuentemente, la pastoral transita por esas mismas situaciones y anhelamos, como una intuición del Espíritu, ser creativos para poder compartir la frescura siempre nueva del Evangelio. Los senderos son infinitos, porque eterna es la compañía de la Trinidad y múltiples las realidades. En esta oportunidad, queremos compartir algunos ejes medulares para que las iniciativas continúen haciendo eco de la Voz de Dios que se manifiesta.

a.      La alteridad

Este es el primero que proponemos, porque sería esa dimensión donde lo otro es reconocible: en primer lugar, porque todo aquello que está ante nuestra contemplación tiene identidad por sí mismo: personas, objetos, situaciones, materiales, estructuras, etc. Cuando nos descubrimos otros con los otros, comenzamos a valorar que esas existencias tienen dignidad, libertad, autonomía, que la conciencia es sagrada (Concilio Vaticano II – GS, 1965) (#16), etc. Todas facultades que nos potencian como “constructores de nuestro propio destino” (De Vos, Frans, 2019). La alteridad nos ubica en coordenadas de crecimiento, trascendencia, apertura, diálogo, reconocimiento, estima, etc.; provocando un proceso que implica necesariamente incertidumbre, porque cada persona elegirá una diversidad incalculable de itinerarios para intentar llegar a esa realización.

Vivir la alteridad nos invita a descubrir particularidades, carismas, dones, vocaciones al servicio de los demás. También nos hace vivir en la dimensión de una eclesiología en donde “Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón” (Concilio Vaticano II – GS, 1965) (#1).

Por lo tanto, es necesario desterrar propuestas religiosas de posesión, de individualismo piadoso, de enseñoramiento frente a la existencia, de superioridad, de menoscabo, de simbiosis afectiva que promueven obsecuencia y despotismo que muy frecuentemente se vive en la relación laicos – clérigos. Aunque no exclusivamente, porque a veces se visibiliza entre los evangelizadores y evangelizados, entre catequistas y catequizandos, entre dirigentes y dirigidos, entre servidores y servidos, etc., generando una cultura religiosa en donde los demás “tienen que… o deben hacer”.

La creatividad nos impulsa a presentar a aquel que “hace nuevas todas las cosas” (Apoc. 21,5) porque él “está a la puerta y llama y si alguno escucha mi voz, entraré y cenaremos juntos” (Apoc. 3, 1).

b.      La historicidad

Junto con la alteridad, esta es otra dimensión de la creatividad. En primer lugar, porque en la Pedagogía Divina, la Trinidad asume las coordenadas de espacio – tiempo en su propuesta de salvación. Los cristianos profesamos que el Mesías de Palestina se hizo carne, incorporándose a la historia familiar y del pueblo en el que vivió (Curia, Christian, 2013). Desde este misterio, ser creativos es asumir que encarnación e historia son elementos claves para la fe centrada en el Cristo Total (CEC, 1997) (#1136), porque incorporamos nuestro proceso de maduración, en el devenir de las experiencias de otros con el Misterio Trinitario. Este talante nos propone vivir orientados desde el aggiornamento (puesta al día) y ressourcement (volver a las fuentes). El Concilio Vaticano II utiliza estas dos dimensiones recuperando la impronta bíblica, patrística y celebrativa del seguimiento de Cristo, porque la historicidad valora y respeta el devenir del tiempo, asumiendo que el pasado es importante en la medida que quede como tal y se transforme en memoria que actualiza el amor de Dios que se sigue manifestando en nuestro aquí y ahora, como anticipo de lo futuro (CEC, 1997) (#1163 – 1171).

Desde esta dimensión, la creatividad tiene dos amenazas. Una de ellas es la restauración ideológica, que toma una parte del proceso histórico y a ese momento quiere volver, cancelando a todo aquello que no cuadre en su ideología. Y la otra es, lo que podríamos denominar fascismo teológico pastoral. Este sostiene que la vida de la comunidad comienza con la llegada de un líder a un lugar (no necesariamente con autoridad, pero si con poder), que organiza o coopta todo para que solo se difunda lo que él hace o predica. Esta amenaza se caracteriza por anular, proscribir o clausurar toda acción pastoral que no tenga su mirada y, obviamente, persigue, aleja y hasta expulsa a quienes no forman parte de su auto elogio. Estas amenazas a la creatividad, por lo general, se sostienen en la simbiosis afectiva anteriormente mencionada.

Para evitar los dos engaños detallados, el Espíritu suscita en la vida de cada persona la creatividad, en donde se expresa, sin militancia impositiva, lo más profundo, original y originante de la fe en el Resucitado porque, como afirma un psicólogo social y humanista alemán: “El amor, por ende, la espiritualidad, fomenta y nutre la libertad, que rechaza el sometimiento, obsecuencia y posesión (Fromm, Erich, 2003, págs. 42 – 45).

Eco Con Creatividad

c.       Paciencia y liberación

Somos creativos junto a otros en este momento de la historia, porque hemos visto y oído que Dios quiso revelarse y hacernos partícipes de su propuesta (Concilio Vaticano II – DV, 1965). En ese proceso de revelación, la Trinidad manifiesta que es paciente, que trabaja en nuestras vidas respetando ese don tan precioso que nos ha dado: la libertad. Como afirma un gran catequista y formador de catequistas: “si en algo nos parecemos a Dios es en la liberad” (De Vos, Frans, 2019).

Cuando descubrimos la paciente ternura de la Trinidad en su revelación, entonces, comprendemos que ser creativos implica vivir al estilo de Dios. Él nos crea para la salvación y nos espera, si por algún motivo nos fuimos a otras latitudes de su corazón, está atento como el Padre misericordioso esperando y viéndonos de lejos, para hacer una fiesta porque “fuimos encontrados” (Lc. 15, 24; 32).

Fuimos creados por amor (GS 19), somos sostenidos en nuestra existencia por el amor que respeta nuestra libertad y acompaña nuestra maduración y crecimiento en la fe. Contemplando allí la pedagogía de Dios, es que compartimos con paciencia y libertad nuestra identidad cristiana que se caracteriza de esta manera, para pasar de un egoísmo a un nosotros fraternal, de lo unipersonal o al plural, de liderazgo centralizados a comunidades que coordinan.

Esta creatividad paciente y liberadora, se enfrenta a un gran peligro, muy actual, la ansiedad. Ella hace que todo se transforme “en cumplimiento externo que se tolera a duras penas” (Fernández, Víctor Manuel, 2023, pág. 44). Creer en un Dios paciente y liberador nos llevan a estar atentos a los signos de los tiempos como esas señales que nos posibilitan contemplar la vida y la historia como espacio sinodal donde él sigue manifestándose… y por eso, somos creativos.

d.      Plegaria

Espíritu de la creatividad, es hermoso y necesario darte gracias, siempre y en todo lugar,
porque sos nuestro maestro y guía, haciéndonos gozar la alegría del Evangelio.
Te pedimos que nos ayudes a vivir en armonía para ser creativos y creadores,
para crecer con la presencia de las demás personas,
para estar al lado de todos, especialmente de quienes se sienten excluidos y agobiados,
para construir una historia que promueva a las personas y las colme de alegría.
para que pacientes y liberadores, compartamos la novedad del Reino del Padre.

#catequistas #catequesisrenovada #catequesis #pensarlacatequesis #fransdevos #christiancuria #VidaNueva #ElGustoDeVivir #tecreo #unpocodeairefresco #entornoalamesa #lavidanosdaseñales #unaaventuramaravillosa #Jubileo2025 #iubilaeum2025

Trabajos citados

Catecismo de la Iglesia Católica (1997).
Concilio Vaticano II – ‘Dei verbum’ (1965).
Concilio Vaticano II – ‘Gaudium et spes’ (1965).
Curia, Christian. (2013). ‘Te creo. Una propuesta pastoral desde Jesús’. CABA: Claretiana.
De Vos, Frans. (2019). ‘Metodología Catequística’. CABA: Claretiana.
Fernández, Víctor Manuel. (2023). ‘Catequesis con Espíritu’. CABA: Ágape.
Fromm, Erich. (2003). ‘El arte de amar’. CABA: Paidós.
Tolkien, J. R. R. (2017). ‘El Señor de los anillos. I La comunidad del anillo’. CABA: Minotauro.