Haciendo eco… con “cuándo __

1. Futuro

En el título no hay un error ortográfico… es simplemente una terminación de muchos verbos que conjugados en futuro finalizan de esa manera: amará, vivirá, caerá, llegará, expandirá, etc.

Una particularidad, es que esa conjugación, está centrada en la acción futura de otra persona, pero cuando se habla en primera persona no finalizan así sino con “aré”: amaré, viviré, caeré, llegaré, expandiré, etc.

Evidentemente, hay un signo y gesto de esperanza en la acción de alguien que está cerca. En nuestra vida cotidiana, por momentos es confianza en personas y por otros, es un anhelo con la certeza o confianza plena en algo nuevo y mejor.

2. Futuro adveniente… ¿es posible?

En aquel día, brotará un renuevo del tronco de Jesé, y de su raíz florecerá un vástago (Is. 11, 1)

En la primera lectura del II Domingo de Adviento de este año, el profeta Isaías pareciera insistir en ese futuro próximo, porque en la cita que se proclama se hace mención al día futuro con “_ará” que aparece 13 veces, sin contar otras conjugaciones. Pero al leer toda la perícopa, aparece una colisión mental y hasta religiosa. Porque esa paz mesiánica que presenta con imágenes nos generan preguntas que quizás no estemos preparados para las respuestas que el Señor nos pueda dar en su pedagogía y revelación.

3. Posibles preguntas:

¿Cuándo saldrá, brotará, reposará, inspirará, no juzgará según las apariencias, juzgará con justicia a los débiles, decidirá con rectitud para los pobres, herirá al violento, hará morir al malvado, ceñirá su cintura y la fidelidad ceñirá sus caderas?
¿Cuándo la situación opuesta habitará o se recostarán juntas, pacerán juntos, vivirán en compañía y comerán?
¿Cuándo un pequeño jugará tranquilo frente o ante posibles enemigos (agujero de cobra)? ¿Cuándo no se hará daño a nadie

4. Posibles meditaciones desde el Dios revelado por Jesús:

Pareciera que la respuesta, en la lógica de Dios, rompe nuestros esquemas: Porque ese cuándo es hoy al invertirse los criterios. Porque sucederá, pasará, brotará cuando:

lo pequeño (un niño) tiene prioridad ante lo majestuoso, a ante aquellos que se creen grandes,
los excluidos o marginados nos orientan en nuestras acciones (un niño los guiará), porque la fe en Jesús es inclusiva “se jugó por los más desfavorecidos” (Fraijó, Manuel, 2000, pág. 72) y los hizo protagonistas, no mero “destinatarios” a quien se le llevan objetos, porque no es una opción, es el estilo de los que decimos ser cristianos.
los que decimos que están “afuera” son la prioridad en buscarlos, no para que vengan ni para que se conviertan, sino para acompañarlos porque los valoramos como humanos y, por lo tanto, valiosos ante los ojos de Dios.
lo disruptivo sea el alma de la evangelización, porque ser políticamente correcto, no está en la pedagogía de Dios: un niño gobernará, es el centro del Reino, los pobres recibirán la herencia, los que lloran serán consolados, etc. El Dios que el Nazareno de Palestina revela es “papá” con rasgos de “mamá”, tan cercano que esta propuesta es rechazada (por los judíos de su época y por muchos “cristianos” actuales).
descubramos que Jesús anunció el Reino del Padre, no una religión, por lo tanto, dejaremos defenderla por encima de lo humano, porque el Verbo se hace carne, porque ser cristiano “es algo que se sigue de la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Es más un resultado que un propósito” (Fraijó, Manuel, 2000, pág. 55).
ya no haya más lógica de “ad intra” vs “ad extra” porque todos los seres humanos son pueblo de Dios, que “está presente en todas las razas de la tierra, pues de todas ellas reúne sus ciudadanos, y éstos lo son de un reino no terrestre, sino celestial” (Concilio Vaticano II – LG, 1965) (#13).
la prioridad sea la acción de Dios, no nuestra culpabilidad o acción para que él actúe, dejando de lado el “yoismo” del yo para que yo (Curia, Christian, 2018).
creamos, de verdad, en una Trinidad que acompaña y está junto a nuestra vida, y, por lo tanto, no nos ponemos en su presencia, ni nos pone a prueba.
el mundo sea un lugar hierofánico, es decir, donde lo divino se revela, no un enemigo. Los seguidores de Jesús asumimos los gozos, esperanzas, anhelos, angustias, búsquedas, tristezas de los seres humanos, y todo lo que es auténticamente humano tiene un lugar privilegiado en la expresión cristiana(Concilio Vaticano II – GS, 1965).
el placer sea parte de la religiosidad creyente en Jesús que disfrutó hasta el último detalle: participó de fiestas, comió, bebió y hasta su “memorial” de perpetuidad la instituyó en una fiesta.
la sexualidad no sea vista solo como mera procreación.
la oración personal esté centrada en la acción de gracias y en la alabanza, superando la pura petición de autosatisfacción egocéntrica.
a la liturgia la comprendamos como acción de gracias, como sanación, como expresión de la asamblea, y que tiene en cuenta la vida y sus realidades, por lo tanto, no habrá algo que es de sanación, como si las demás no fueran.
las oraciones de los fieles dejen de ser eclesiocéntricas: por el papa, los obispo, el clero, la iglesia, etc… y luego las realidades humanas. ¡El orden tendría que ser al revés: ¡primero lo humano, luego lo religioso!
la catequesis deje de ser vista como una preparación sacramental, y se la viva como esa experiencia comunitaria eclesial que da sentido a la vida (CEA – JEP, 1988) (#50-51)…
descubramos que las jerarquías están al servicio del Pueblo de Dios y que ellas, no son más importantes que la dignidad humana, como hicieron los obispos de América con el Pacto de las Catacumbas, al proclamar: “Rechazamos que verbalmente o por escrito nos llamen con nombres y títulos que expresen grandeza y poder (Eminencia, Excelencia, Monseñor…). Preferimos que nos llamen con el nombre evangélico de Padre” (Pikaza, Xavier, 2015, págs. 20-21).
revaloricemos al bautismo como aquel sacramento que nos configura con Cristo sacerdote, profeta y pastor… y así como lo es él, somos los que fuimos sumergidos en su pasión, muerte y resurrección.
afirmemos que el ser humano no es esencialmente pecador, sino que es divinizado por la acción de Dios porque Jesús, “nos hizo hijos para el Padre y, habiendo llegado Él mismo a ser hombre, divinizó a los hombres. No se trata de que siendo hombre posteriormente haya llegado a ser Dios, sino que siendo Dios se hizo hombre para divinizarnos a nosotros”(de Alejandría, Atanasio , 2010, págs. 86-87, 91).
la sinodalidad no sea un sínodo o un documento, sino una manera de ser iglesia que vuelve a sus orígenes, y para ello necesitamos convencernos que lo colegial o conciliar, está por encima de lo monárquico… y asumir con parresía que hay estructuras caducas que hay que dejar caer de una vez (CELAM – DA, 2007) (#365).

Parece algo muy irrealizable… pero la memoria del pueblo de Dios recuerda que esa iglesia fue posible desde los albores del siglo I y muy especialmente a inicios del siglo XX, desde y con el Concilio Vaticano II, con Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I… y que Francisco hizo memoria y puso de nuevo en el escenario eclesial como hemos evocado anteriormente (Curia, Christian, 2025)

Creemos esto, porque “mientras Jesús siga siendo su gran referente, la fe cristiana continuará teniendo futuro” (Fraijó, Manuel, 2000, pág. 181)

5. Plegaria

Trinidad de la esperanza, que, siendo engendrados por vos,
continuemos transformando la vida eclesial y social,
para que nos caractericemos por ser una iglesia en comunión con la trinidad y las personas,
peregrina y servidora, pueblo todo él mesiánico y sacerdotal
que intercede y lucha por un mundo más justo y fraterno.
Espíritu de la promesa, te damos gracias porque en la vida de
…………… (mencionar a una persona esperanzada) ………………………….
podemos percibir tu acción y cómo se manifestará el Reino del Abba/Imma revelado por Jesús.

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Trabajos citados

CEA – JEP. (1988). Juntos para una evangelización permanente. CABA: Oficina del Libro.
CELAM – DA. (2007). Documento de Aparecida. CABA: Oficina del Libro.
Concilio Vaticano II – Gaudium Et Spes (1965). https://www.vatican.va/. Obtenido de https://goo.su/DJ7Ss2
Concilio Vaticano II – Lumen Gentium (1965). https://www.vatican.va. Obtenido de https://goo.su/z6bZ9j8
Curia, Christian. (2018). La #vida nos da #señales. CABA: PPC.
Curia, Christian. (2025). https://www.vidanuevadigital.com/. Obtenido de https://www.vidanuevadigital.com/tribuna/haciendo-eco-con-el-viviente-ii/
de Alejandría, Atanasio . (2010). Contra arrianos. Madrid: Ciudad Nueva.
Fraijó, Manuel. (2000). El cristianismo. Una aproximación. Madrid: Trotta.
Pikaza, Xavier. (2015). El pacto de las catacumbas. La misión de los pobres en la iglesia. Madrid: Verbo Divino.