Tribuna

Defensoras de la Tierra: Molly Burhans (Estados Unidos)

Compartir

La niña que soñaba con ser bailarina afirma que “la Iglesia es el principal proveedor no estatal de servicios de salud, ayuda humanitaria y educación. Su papel puede ser crucial para la defensa de la Casa común, teniendo éxito donde hasta ahora los gobiernos han fracasado. Empezando desde dentro”.



Molly Burhans, nacida en Nueva York hace 33 años, descubrió el amor a Dios y a la Creación al final de un proceso agotador, madurado gracias al estudio de la figura de Dorothy Day y la espiritualidad ignaciana. Antes de la encíclica Laudato si’, había llegado a entender que cuidar la Casa común no es cuestión de moda, sino de fe. Porque fue Yahvé quien encomendó a Adán y Eva la misión de custodiar el Jardín para que la vida pudiera existir y desarrollarse en plenitud y dignidad. Molly, pensó en convertirse en una “monja campesina” o “monja guardabosques”.

Molly Burhans

Al final, encontró su vocación en la cartografía, disciplina que usó como herramienta. Fundó la asociación GoodLands que mapea profesionalmente las propiedades de la Iglesia para que esta pueda gestionarlas de manera más eficiente y sostenible. Poner en orden los bienes eclesiásticos y terrenos es un desafío considerable. No se sabe con precisión la superficie real porque muchas veces las parroquias, las diócesis y las congregaciones no le dan importancia o no se ocupan de ello y desconocen los límites exactos.

Fotografiar las propiedades de la Iglesia

Molly empezó a censarlos con un método empírico: preguntando a las iglesias de su zona. El punto de inflexión llegó cuando, durante un máster en paisajismo, conoció el software ArcMap de la empresa g.i.s. Desde entonces, la actividad de GoodLands se ha vuelto frenética. En 2016, Molly pasó por el Vaticano y explicó el proyecto a algunos funcionarios. Dos años más tarde, logró presentárselo al Papa Francisco, quien le propuso crear un instituto de cartografía de la Santa Sede.

Con la pandemia, la idea se paralizó. Sabe que tarde o temprano el Instituto se hará. Mientras, continúa “fotografiando” las propiedades de la Iglesia y brinda apoyo para administrarlas a partir de una ecología integral. Trabaja en New Heaven, donde ha mapeado la jurisdicción eclesiástica. “Si hacemos bien este trabajo, no solo podremos luchar contra el calentamiento global, sino que podremos revolucionar nuestro trabajo con la Creación”.

*Artículo original publicado en el número de septiembre de 2022 de Donne Chiesa Mondo. Traducción de Vida Nueva

Lea más: