Tribuna

A favor del agua y del saneamiento

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Loreto es uno de los departamentos con menor cobertura en acceso al agua potable y saneamiento básico, por debajo de la media nacional. En medio de una pandemia pandemia lavarse las manos con frecuencia no debiera ser un lujo reservado a unos privilegiados.



Los Asentamientos Humanos Iván Vásquez Valera y 21 de septiembre en Punchana, Iquitos, han llegado hasta el Tribunal Constitucional exigiendo un derecho humano elemental: acceso al agua potable y saneamiento básico. Sueño que antes del próximo 22 de marzo, día mundial del agua, podamos contar con una sentencia firme positiva a favor de estos Asentamientos Humanos.

El agua potable es “un bien de toda la familia humana”

La falta de agua potable en las casas acarrea enfermedades de la piel, diarrea, vómito, problemas digestivos… No es un problema económico, pero económicamente se pierde mucho dinero en tratamientos, bajas médicas y muertes tempranas. Además del dolor y sufrimiento que acarrean, las consecuencias son pavorosas: muerte y exclusión social. Siendo una zona de alta tasa de natalidad estamos imponiendo trabas muy pesadas a los niños. Se merecen un futuro mejor. Sobre todo teniendo en cuenta que muchos moradores han venido a la ciudad buscando mejores condiciones de vida para sus hijos: fundamentalmente salud y educación.

El papa Francisco repite incansablemente que el agua potable es “un bien de toda la familia humana”, “un bien esencial para la vida”. El 22 de marzo de 2021, nos instaba a “actuar sin dilación”. Es necesario acabar de una vez por todas con el “desperdicio [de agua], su mercantilización y contaminación”. Es urgente atajar las pavorosas brechas sociales. Una de sus manifestaciones es la falta de acceso al agua potable y saneamiento básico. La carencia de este derecho conlleva que las familias más humildes pagan el agua más cara de la ciudad.

Miguel Cadenas se posesiona como obispo de Iquitos

Una intervención con agua potable y saneamiento básico en estos Asentamientos Humanos genera un “círculo virtuoso”: se mejora la calidad de vida de los ciudadanos, aumenta la autoestima, se forja confianza y ayudamos a que los niños tengan mayores oportunidades en la vida. Estamos sentando las bases para que salgan de la pobreza. Un estímulo más en una ciudad como Iquitos que necesita imperiosamente de estos círculos virtuosos y una señal inequívoca para otras poblaciones en condiciones similares.

No puedo resignarme a la pobreza. Me duele. Reconozco que acompañar a estas personas ha sido una fuente de satisfacción para mí. A pesar de tener tantas situaciones en contra, todos los días se levantan y realizan los trabajos peor remunerados. Con gran esfuerzo personal mantienen la alegría de vivir. No tenemos derecho a robarles la esperanza. El respeto a la dignidad de los humildes es la medida de nuestra humanidad. Confiamos en una respuesta positiva del TC para con estos Asentamientos Humanos.