La religiosa estaba asentada desde 2013 en esta diócesis del norte de Brasil, donde coordinó el centro de migraciones y derechos humanos
Además han asegurado que “son inaceptables los discursos y las actitudes que niegan la realidad de la pandemia”
Tienen la misión de convocar a unos 485 obispos sobre todo en aquellas regiones donde el acceso a internet es difícil
El purpurado ha pedido mayor tolerancia y recordado que esta iniciativa tiene una trayectoria de 60 años en Brasil