En paralelo al Sínodo de la Sinodalidad, el Papa hizo pública el 4 de octubre, con motivo de la festividad de san Francisco de Asís, la exhortación apostólica ‘Laudate Deum’, un texto que busca actualizar los mensajes que lanzó hace ocho años en su encíclica Laudato si’.
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En el nuevo texto magisterial sobre ecología integral, Francisco realiza un exhaustivo trabajo documental para argumentar el cambio climático frente a los negacionistas y llama a un apremiante compromiso, tanto a la comunidad internacional –con la vista puesta en la inminente cumbre de Dubai– como a los propios católicos.
Liderazgo global
Resulta más que pertinente esta ‘segunda entrega’, máxime teniendo en cuenta que, como subraya el Pontífice, todavía hoy pululan “burlas irresponsables” entre los propios creyentes, que no son conscientes de las letales consecuencias del maltrato al planeta. Francisco se ha ganado a pulso el liderazgo global en la lucha contra el cambio climático, pero, sobre todo, ha abierto los ojos a una Iglesia que consideraba esta misión como un tema ajeno o menor, cuando en realidad se enraíza en la primera línea de la Sagrada Escritura: el cuidado de la Creación y de quien la habita.
