Enrique Lluc
Doctor en Ciencias Económicas

Vivir como pobres a pesar de ser ricos


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Uno de los grandes dramas de las personas que son pobres de verdad es que tienen que utilizar todos sus esfuerzos y su vida en su actividad económica. Cuando alguien es pobre no tiene más remedio que levantarse pensando en cómo va a llegar a esa noche y si podrá comer o lograr aquello que necesita para los suyos. Pasa sus noches preocupado por qué hacer para lograr lo necesario para vivir. Todos sus desvelos tienen el mismo objetivo, lo económico. Tiene obligatoriamente que pensar en esto para poder cubrir todas las necesidades que tiene y llevar adelante una vida mínimamente digna.



Evidentemente, las personas pobres tienen otros problemas. Pero este es uno que a menudo escapa a aquellos que no viven la pobreza porque no les sucede a ellos. Cuando sales de la pobreza, cuando logras unas rentas que son suficientes para esa vida que te permite cubrir todas tus necesidades, puedes dedicar tiempo para vivir, para tus aficiones, para la familia, para aquello que está fuera de lo económico pero que también es importante para llevar una vida plena.

Mientras que tradicionalmente se ha identificado el tener más con la posibilidad de dedicarse parte del tiempo a actividades que no son económicas, mientras el pobre no tiene más remedio que consagrar toda su vida a lo económico, ahora las cosas han cambiado. Esta tragedia del pobre ha pasado a ser vivida también por personas que tienen unos ingresos elevados. Quienes dedican toda la vida a lo económico, ya no son solo los pobres porque no tienen más remedio, sino muchas personas con unos elevados ingresos, que podemos hasta calificar como ricas, que viven como pobres consagrando todo su día a día a las labores económicas.

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Los tiempos para la familia, para el ocio, para el descanso, para aquellas actividades que no tienen ningún componente económico se dejan a un lado. Parecen inútiles para la vida. Las personas ricas se convierten en pobres y viven como ellas sacrificando todo lo demás por lo económico. En algunos ambientes se ve esta actitud como positiva y como un motivo de orgullo. Pero ¿cómo puede ser que haya personas que se dediquen voluntariamente a vivir como pobres a pesar de que podrían no hacerlo?

Un sinsentido

La clave está en que consideran que tener más es siempre mejor que tener menos. Ansían tener cuantos más bienes y servicios mejor. No se conforman con poco o con una cantidad determinada. Siempre están intentando tener más. Por ello, la actividad económica en pos de esos ingresos superiores se convierte en el centro de sus existencias. Pasan a vivir como si fueran pobres, como si no tuviesen suficiente para vivir. Lo económico pasa de ser un medio para vivir a ser la finalidad de la vida. Por eso en los países ricos hay tanta gente que vive como los pobres a pesar de no serlo. Se trata de un verdadero sinsentido.