José Beltrán, director de Vida Nueva
Director de Vida Nueva

Un debate sin crispación


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MIÉRCOLES

Encuentro sin protocolos. Un diálogo del que me llevo unas cuantas moralejas de lo cotidiano. Aprender de un Ignacio de Loyola que resolvía los ataques de un cardenal que buscaba hacerle la pascua con la paz que solo da estar diez minutos ante el sagrario. Descubrir que Karl Rahner tenía un método infalible para detectar corazones saneados: “El que critica mucho, reza poco”. Integrar el porqué de tantas cuitas contra Francisco: “Este Papa vela y desvela”.



VIERNES

Rueda de prensa final de la Plenaria de la Conferencia Episcopal. Entre tanto titular merecido, se pierde la convocatoria de una semana sobre el matrimonio en torno al 14 de febrero. Sí. San Valentín. Ese que se explota comercialmente hasta el extremo. No se renegaba de sus flechas, pero tampoco se reivindicaba su denominación de origen.

SÁBADO

Día de la Divina Pastora. Oración compartida online. La maternidad en la vida religiosa, en palabras de María, que sale al encuentro de esos ‘alumnos mochila’ que viven repartidos entre la casa de su padre y la de su madre. En tierra de nadie. Ella es familia en medio de la desestructuración. Hospital de campaña calasancio: “Ensanchar el espacio de mi tienda y desplegar sin miedo mis lonas”.

Después, Festival de la Canción Misionera. Un año de parón, como todo. Hoy, un encuentro digital para abrir boca, con el deseo de la vuelta total en 2022. Y una esperanza hecha melodía: “Las canciones volverán”. Una única música, diferente interpretación, una letra elaborada por todos. La reinvención de Cristianos Sin Fronteras. Recuperar la banda sonora original de mi vida.

DOMINGO

El Buen Pastor. “Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil, también a estas las tengo que traer”. Y atraer.

LUNES

Esto no es España. En el prime time televisivo, Adela Cortina y José Antonio Marina. Nada de unas declaraciones enlatadas. La una y el otro hablando en un tono sosegado, sin tirarse los trastos encima, profundizando sobre la crispación actual sin crisparse. Como son ellos. Como son pocos. Una isla.

MARTES

Cotilleo las audiencias de la noche anterior. No ha ido tan mal. No son malos tiempos para la lírica. Ni para la reflexión televisiva.

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