Redactor de Vida Nueva Digital y de la revista Vida Nueva

¿Son dignas de confianza las oenegés?


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La ‘duquesita’

De vez en cuando los medios recogen algunas estafas que algunas personas u organizaciones realizan aprovechándose de las intenciones solidarias de la gente. Con la pantalla de una fundación benéfica o una oenegé atraen la buena intención de quienes desean desarrollar su actitud más altruista. Extorsiones, estilo de vida de los dirigentes, proyectos fantasmas, miembros corruptos, blanqueo de fondos… son algunos de los elementos de la lista más negra que han sufrido algunas de estas asociaciones y que han llegado a los titulares.

El penúltimo caso del que se ha hecho eco la prensa es el de ‘Tana’ Rivera –nieta de la duquesa Cayetana de Alba e hija del torero Fran Rivera y de la duquesa de Montoro Eugenia Martínez de Irujo–. La joven esperaba pasar este verano colaborando como voluntaria en diferentes proyectos de desarrollo en el país africano de Ghana. Atraída por algunas publicaciones en las redes sociales eligió este destino… y la muchacha se ha tenido que enfrentar durante casi un mes a situaciones descontrol, corrupción de las autoridades y casi inanición. Tana se había enrolado en ‘Yes We Help’ –una sociedad limitada unipersonal que se vendía como oenegé en las redes–, organización que promocionaba un joven músico catalán que hacía de hombre de paja de un ‘emprendedor’ catalán lleno de algunas quiebras y negocios fallidos, Yago Zarroca Mompart. La muchacha pagó a la falsa oenegé 850 euros para gastos de voluntariado, unos 600 euros por el billete de avión –esta sí, práctica habitual en este tipo de voluntariado–, así como lo necesario para el visado, un seguro médico y los gastos que haya podido tener en el país africano ya que la escasez de alimentos proporcionados por las oenegés le ha llevado continuamente a tener que ir al mercado… Y como ella, un centenar de jóvenes más.

A esto se sumaba el caos en el destino, aunque Yago aseguraba en un mensaje de voz que han publicado diferentes medios que “está todo organizado a unos niveles que vais a flipar. Vais a flipar con los proyectos, con los talleres, con la residencia…” Pero, ni había proyectos –llegaron a ir a ayudar a una escuela en la que nadie les esperaba–, ni la organización era muy exhaustiva y la seguridad brilló por su ausencia ante las amenazas de falsos policías. Ante la dimisión de unos jóvenes inexpertos que ‘Yes We Help’ había puesto unos días antes de la llegada de Tana y el centenar de chicas que estaban con ella, la supuesta oenegé decidió vender a las chicas algo de licor para aquello de “a mal tiempo, buena cara..” Luego siguieron fiestas en la playa y otros desmadres que han acabado con Tana siendo escoltada hasta al aeropuerto.

La duda

Cuando alguien se aprovecha de la inocencia o las buenas intenciones de los demás, la indignación es la primera respuesta inmediata. Aunque, a veces, nos hemos olvidado de que en el mundo hay cosas que funcionan entre corruptelas, picardías o mentiras piadosas tranquilizadoras de conciencia.

En casos así se entiende la actual apuesta por la trasparencia, como necesaria certificación de la confianza. Una confianza que se gana, que se construye con esfuerzo, que se fragua en el tiempo… La multiplicación de auditorías internas y externas en las instituciones solidarias son algo más que incordios burocráticos con los que perder tiempo o dinero, son un refuerzo a la confianza de quienes han depositado tiempo, dinero o esfuerzos ante un proyecto loable.

Por ello, la presentación de la memoria de actividades de la Iglesia, la memoria de Manos Unidas o Cáritas –y tantas propuestas de organizaciones serias, rigurosas y comprometidas–, antes que una oportunidad para el autobombo son una nueva oportunidad para la confianza. Una confianza que puede entender que en el camino se puede tropezar alguna vez.