Fernando Vidal
Director de la Cátedra Amoris Laetitia

Revolución del respeto


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Esta primavera, Salvador Illa ha recibido el Premio Fernando de los Ríos, reconocimiento a quienes profundizan el encuentro y diálogo entre cristianismo y socialdemocracia. El acto fue organizado por el Grupo Federal de Cristianos Socialistas. Illa fue alcalde, lidera el Partido Socialista de Cataluña y estuvo al frente del Ministerio de Sanidad durante la pandemia. No alardea de su condición católica, pero tampoco la esconde –aunque sepa que no está de moda–. Su convicción cristiana es sustancial a su modo de ser y decisiva para su vocación de servicio público.



Durante la mayor alarma sanitaria sufrida por todo el planeta en un siglo, Illa transmitió cada día valores de respeto, mesura, compasión, sincera humildad y concordia en un contexto político polarizado por el populismo. No eran actitudes impostadas, sino hondamente arraigadas en su espiritualidad. El mismo servicio de pacificación y diálogo está prestando en el incendiado contexto político catalán.

Durante la entrega del premio, los líderes del PSOE reconocieron expresamente que el humanismo cristiano es una de las fuentes fundacionales de la socialdemocracia y que es preciso cuidar dicha inspiración. Illa invitó a los cristianos socialdemócratas a la esperanza con estas palabras: “No tengamos miedo al futuro. A veces hay que ir contracorriente, con paz, serenidad, respeto, con nuestro estilo de hacer las cosas: las formas importan”.

Reiniciar todo

Reconocimiento y atención están en el centro de los desencuentros entre cristianismo y algunos movimientos y colectivos. Hay momentos en los que el respeto mutuo lo reinicia todo, abre a las personas a un encuentro auténtico y fecundo, nos pone juntos al servicio de lo mejor y de los que están peor. El premio a Illa señala la urgencia pública y social de “la revolución del respeto” que precisamente en las horas más oscuras pidió Fernando de los Ríos.

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