El Jubileo
Con el papa León XIV han vuelto las jornadas intensas, algo muy propio de un año santo. Así, este domingo, 1 de junio, el Pontífice comenzó el día presidiendo la misa del Jubileo de las Familias, los Niños, los Abuelos y los Ancianos en la plaza de San Pedro. Además de saludar por toda la plaza o rezar el Regina Caeli, el papa recordó que “el Padre no nos ama menos que a su Hijo unigénito, o sea de manera infinita”.
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“En la familia, la fe se transmite junto con la vida, de generación en generación: se comparte como el pan de la mesa y los afectos del corazón”, ha concluido el pontífice su homilía, subrayando que “esto la convierte en un lugar privilegiado para encontrar a Jesús, que nos ama y siempre quiere nuestro bien”. Al final de la celebración, en la oración mariana el Papa ha deseado que “la fe, la esperanza y la caridad crezcan siempre en nuestras familias”, y ha saludado de forma especial “a los abuelos y ancianos, que son modelo genuino de fe e inspiración para las generaciones jóvenes”.
El cumpleaños
Tras la misa del Jubileo de las Familias, León XIV se presentó en el Colegio Internacional Santa Mónica, a pocos pasos del Vaticano. En casa de los agustinos se celebraba el 70 cumpleaños de Alejandro Moral, actual prior general de los agustinos. Allí compartió la mesa con la comunidad y los estudiantes del Orden de San Agustín de diversos países y varios docentes del Instituto Patrístico Augustinianum, según publicaron los medios vaticanos.
El Papa y el prior se conocieron en Roma en los años ochenta, precisamente como estudiantes en ese Colegio Santa Mónica. Sus caminos se separaron en 1985 y volverían a encontrarse en Roma en 2001, durante un capítulo del Orden agustiniano. De ahí salieron elegidos Prevost como prior general y Alejandro Moral como su vicario. No es la primera escapada ni gesto ante los agustinos de este Papa.
Los ciclistas
El Papa también, ya por la tarde, asistió y bendijo a los ciclistas del ‘Giro de Italia’ en su paso por el Estado Vaticano. Lo hizo a la sombra, de forma breve en la Plaza de los Protomártires Romanos, dentro de la muralla leonina a pocos paso del apartamento donde vive. Ante el pelotón que celebra su última etapa y antes de hacer un recorrido por la parte posterior de la Basílica de San Pedro y los jardines vaticanos, León XIV les dirigió unas palabras de ánimo.
“¡Bienvenidos al Vaticano!”, señaló declarando que “es un placer saludaros en esta última etapa del Giro de Italia. Espero que para cada uno de vosotros sea realmente un día maravilloso”. “Sabed que sois un modelo para los jóvenes de todo el mundo. El Giro de Italia se quiere profundamente, no solo en Italia, sino en muchos lugares. El ciclismo es muy importante, como lo es el deporte en general”, instó el pontífice pidiendo el equilibro entre “cuerpo, mente, corazón y espíritu”.